Nota de prensa

En medio del temor, el aislamiento y el dolor, la respuesta al conflicto es la fe

“El camino por delante siempre tendrá obstáculos, pero nuestro destino es sereno y seguro”, dijo el presidente Russell M. Nelson.

Este artículo es publicado por cortesía de TheChurchNews.com

Por Sarah Jane Weaver, Church News

Esta es la conclusión de una serie de consejos de miembros de la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles durante el brote del COVID-19. Lea el consejo del presidente M. Russell Ballard, el élder Jeffrey R. Holland, el élder Dieter F. Uchtdorf, el élder David A. Bednar, el élder Quentin L. Cook, el élder D. Todd Christofferson, el élder Neil L. Andersen , el élder Gary E. Stevenson, el élder Dale G. Renlund, el élder Gerrit W. Gong y el élder Ulisses Soares.

Seis meses después de que la pandemia de COVID-19 limitara la observancia religiosa a nivel mundial, la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reafirmó que hay, y siempre ha habido, una respuesta al conflicto —la fe en el Señor Jesucristo.

“El camino por delante siempre tendrá obstáculos, pero nuestro destino es sereno y seguro”, dijo el presidente Russell M. Nelson.

Para coronar una serie de artículos de Church News sobre la pandemia de COVID-19, el presidente Nelson y sus consejeros de la Primera Presidencia —el presidente Dallin H. Oaks y el presidente Henry B. Eyring— reflexionaron sobre la pandemia que ha causado enfermedades y muertes, sofocado las economías, alterado asignaciones misionales, dejado cerradas las escuelas, alterado las reuniones de la Iglesia, así como las rutinas diarias en todo el mundo.

“Lo que siento por causa de la pandemia es pesar”, dijo el presidente Nelson, hablando de aquellos que en todo el mundo se han enfrentado —y siguen enfrentando— circunstancias extremas o decepción.Luego añadió: “He aprendido que incluso a través de nubes de dolor, se pueden encontrar destellos de esperanza”.

Lo “crucial”, agregó el presidente Eyring, es “conectarse con Dios” —sentir que “Dios está caminando contigo. Es un sentimiento de confianza en el Señor, que Él está velando por ti. … La única forma de lidiar con el temor es la fe”.

El presidente Nelson, el presidente Oaks y el presidente Eyring dijeron que los líderes de la Iglesia vieron lo que se necesitaba hacer y respondieron con “acciones sin precedentes” —al suspender las reuniones, cerrar los templos y dirigir el regreso de miles de misioneros a sus países de origen. Luego, cuando las circunstancias lo permitieron y surgieron oportunidades, también encontraron formas para que los miembros se reunieran de manera segura, para que se realizara la obra del templo y para que los misioneros compartieran el mensaje del evangelio sin riesgos.

Línea de tiempo: Cómo ha respondido la Iglesia a la pandemia global de COVID-19

El presidente Oaks dijo que el liderazgo del presidente Nelson y la respuesta mesurada a la crisis le recordaron un pensamiento que escuchó en su infancia: “No seas el primero en probar lo nuevo, ni el último en dejar a un lado lo viejo”.

El presidente Nelson “quería estar seguro de que era sensible a las dificultades”, y tomó decisiones “con preocupación por la gente”, dijo el presidente Eyring.

Paz

El presidente Oaks dijo que los desafíos que han definido 2020 no carecen de precedentes; en la vida de muchos santos de los últimos días, el mundo ha enfrentado guerras, pestilencias, sequías y depresión, comentó.

“Los principios que queremos que nuestros miembros comprendan sobre el COVID-19 y cómo lidiar con él, son los mismos fundamentos de fe y obediencia que nuestros líderes de la Iglesia siempre les han enseñado a nuestros miembros”, dijo él.

El resultado de la obediencia a los mandamientos y la fe en el Señor es tener paz, dijo el presidente Oaks. Citando a Juan 14:27, enfatizó la promesa del Señor a los que sufren: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”.

Con esta confianza, los santos de los últimos días han aprovechado las oportunidades durante los últimos seis meses para aumentar su enfoque en el servicio, adoptar la adoración centrada en el hogar y completar la obra de historia familiar. “He aprendido lo maravillosos que son nuestros miembros”, dijo el presidente Nelson. “Han surgido héroes individuales. Por ejemplo, incontables profesionales y proveedores de la salud han arriesgado sus propias vidas para cuidar a otros”.

Además, el hogar ahora está “reestablecido como el santuario principal de su fe”, los misioneros “están enseñando más que nunca” y las ofrendas de ayuno voluntarias y las contribuciones de ayuda humanitaria de los santos de los últimos días han aumentado, dijo él.

Los miembros de la Iglesia, dijo el presidente Eyring, “te sorprenden por lo bien que se adaptan y superan los tiempos difíciles. Me ha impresionado enormemente la respuesta de los miembros para mantenerse firmes”.

En el Libro de Mormón, Lehi le enseñó a su hijo Jacob a recordar la grandeza de Dios, quien “consagrará tus aflicciones para tu provecho”, dijo el presidente Oaks. “Ese principio de las escrituras se aplica a lo que estamos pasando con el COVID-19”.

Al referirse a 2 Nefi 2:2, dijo: “Es un principio verdadero decir que cuando la fe es probada y cuando respondemos, la fe crece”.

Los miembros de la Iglesia, agregó el presidente Eyring, no pueden ver el final, pero siguen adelante con fe en que el Señor “nos ha puesto en el sendero y que este será maravilloso”.

Reunirse

Durante los últimos seis meses, lo que la Primera Presidencia más ha echado de menos es el contacto regular y personal con los miembros de la Iglesia en todo el mundo, dijeron cada uno de ellos.

“Las escrituras nos dicen que nos reunamos para adorar”, dijo el presidente Oaks. Los líderes esperan con ansias el momento en que los miembros puedan volver a reunirse en grupos grandes, “aunque apreciamos las formas que han sido autorizadas y promovidas para proseguir cuando no podemos reunirnos”.

Hasta entonces, parte del poder espiritual de reunirse se ha duplicado con la tecnología, dijo el presidente Eyring.

El presidente Oaks dijo que los líderes de la Iglesia han apreciado la importancia de dar la mano y abrazar, lo que no se puede lograr mediante una videoconferencia. “Pero ¿cuán esencial es eso? No lo sabemos”, agregó él.

Está claro que hay poder en que los líderes estén con los santos y en que los santos estén todos juntos, dijo el presidente Eyring.

“Estamos agradecidos por la tecnología que nos ha permitido seguir comunicándonos con nuestros miembros y permitir que nuestros líderes hagan lo mismo”, dijo el presidente Oaks. “Y apreciamos la manera fiel en que nuestros miembros han continuado enseñando y ministrando mediante diferentes medios durante este tiempo”.

Líderes de la Iglesia

El presidente Nelson, el presidente Oaks y el presidente Eyring dijeron que los líderes de la Iglesia continúan respondiendo a la pandemia de manera prudente —no solo por su edad, que los coloca en una categoría de alto riesgo, sino también porque están tomando todas las medidas necesarias para proteger a quienes les rodean.

“Estoy evitando las situaciones que sean obviamente peligrosas”, dijo el presidente Eyring. “Estoy intentando hacer todo lo posible para no ser el que ponga en riesgo a los demás”.

Se ha hablado poco sobre la edad de los líderes de la Iglesia, dijo el presidente Oaks, y señaló que se tuvo en cuenta a los miembros de la Iglesia de alto riesgo cuando se tomaron decisiones sobre el reunirse y la obra del templo.

El presidente Oaks dijo que su esperanza para los miembros de la Iglesia durante este tiempo ha sido la misma de siempre —que encuentren gozo y paz a través de la obediencia y la fe.

Ahora, además de eso, los líderes de la Iglesia se preocupan por los efectos físicos, económicos y emocionales del COVID-19.

“Me duele cuando pienso en la cantidad de santos de los últimos días que, debido a la pandemia, se encuentran en verdaderas dificultades”, dijo el presidente Eyring.

En esa lista se incluyen los jóvenes que completan su educación e ingresan al mercado laboral en medio de grandes dificultades, y los que están jubilados —cuyos ahorros e inversiones financieras se han visto disminuidos.

El presidente Oaks dijo que se puede aprender mucho al reflexionar sobre el sufrimiento del profeta José Smith. “Él estaba en la cárcel de Liberty, y lo habían encarcelado, se enfrentaba a una posible sentencia de muerte, mientras su esposa e hijos y los santos eran expulsados de Misuri en medio del invierno. Le rogó al Señor que socorriera a los santos y que les diera algo de alivio de esa situación”.

La respuesta del Señor está registrada en Doctrina y Convenios 121:7-8: “Hijo mío, paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento; y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos”.

Perseverar, dijo el presidente Oaks, es parte del desafío. “Pero la paz y la exaltación son los efectos prometidos de guardar los mandamientos y confiar en el Señor”.

Un mensaje y una promesa cristianos y fundamentales —aquellos que confían en el Señor recibirán Sus bendiciones prometidas— se encuentran en las enseñanzas de Pablo, agregó el presidente Oaks.

Pablo enseñó a los gálatas: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado; porque todo lo que el hombre siembre, eso también segará” (Gálatas 6:7).

Futuro

Aunque lleno de aprecio por los esfuerzos de los trabajadores de salud pública, científicos y funcionarios gubernamentales durante los presentes desafíos inusuales, el presidente Oaks dijo que está impresionado con el hecho de que el mundo todavía está lidiando con “una ignorancia considerable sobre las preguntas más importantes que tenemos sobre el COVID-19”.

“Es evidente que los científicos, los trabajadores de salud pública y los líderes políticos han luchado con un conocimiento incompleto de qué hacer, decir y requerir, y cuando han aparentado tener más conocimiento del que tienen, se han quedado cortos”.

La ciencia no es un conocimiento perfecto, agregó el presidente Eyring. “La ciencia es una forma de aproximarnos a la realidad”.

Aunque podría, el presidente Nelson —un cirujano con experiencia médica y científica— no está especulando sobre lo que sucederá con la pandemia, enfatizaron ellos. En cambio, él está reuniendo la mejor información, buscando inspiración del Señor y avanzando deliberadamente, comentaron los consejeros.

“Dios está en Su cielo”, dijo el presidente Eyring. “Esta es la verdadera Iglesia de Jesucristo … Tanto el Padre Celestial como el Salvador nos guían y nos protegen. Y si podemos confiar en Ellos, todo estará bien”.

El camino a seguir está claro, agregó el presidente Oaks, citando Proverbios 3:5-6: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.

El Señor dirige Su Iglesia, dijo el presidente Nelson.

“A través de todo ello, sabemos que los miembros de la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce son sostenidos como profetas, videntes y reveladores”, dijo él. “Ellos tienen sus raíces familiares en cuatro continentes, por lo que cada uno contribuye a una fuente de sabiduría muy diversa y poderosa. Cada uno ha sido llamado a ser siervo del Señor Jesucristo…”

“No hemos terminado aún con la revelación ni con la Restauración”, dijo él. “El Señor realizará muchas cosas maravillosas antes de Su venida”.

Copyright Deseret News Publishing Company 2020

Nota sobre la Guía de Estilo:Al publicar noticias o reportajes sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenga a bien utilizar el nombre completo de la Iglesia la primera vez que la mencione. Para más información sobre el uso del nombre de la Iglesia, visite nuestraGuía de estilo.