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Nota de prensa

Líderes de la Primaria y de la Sociedad de Socorro ministran a los afligidos en Lesoto

El presidente Nelson también transmite un mensaje de amor

Dos líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días visitaron Maseru y Maputsoe, Lesoto, el jueves 4 y el viernes 5 de septiembre de 2025, para ministrar a quienes lamentaban el trágico accidente ocurrido a finales de junio, que se cobró la vida de seis mujeres jóvenes y cuatro líderes de la Iglesia.

“Cuando escuchamos las noticias sobre este accidente, se nos rompió el corazón”, dijo la presidenta Susan H. Porter, Presidenta General de la Primaria de la Iglesia, quien supervisa la labor religiosa de la Iglesia con niños de todo el mundo. “Hubo miembros de la Iglesia de todo el mundo que oraron por ustedes”.

La presidenta Porter estuvo acompañada por la hermana J. Anette Dennis, de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro. Ella también expresó sus condolencias.

“Lamento mucho su pérdida”, dijo la hermana Dennis. “Lloré con ustedes cuando me enteré [del accidente]. Ustedes son mis hermanas. Somos hermanas en Sion”.

El mensaje del profeta

La presidenta Porter entregó una tarjeta con una imagen en la que Cristo sostiene una luz y algunos mensajes personales del Presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, y de las nueve mujeres que son Oficiales Generales.

El mensaje del profeta decía: “En ese terrible accidente ocurrido en junio, sus familiares y amigos, que eran muchos de los miembros más selectos de la Iglesia en Lesoto, perecieron cuando se dirigían a una actividad de las Mujeres Jóvenes. Expreso mi amor a cada uno de ustedes, queridos familiares y amigos. Seguimos rogando por ustedes y sus seres queridos”.

La tarjeta también contenía un mensaje  específico de las Presidencias Generales de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria:

“¡Nuestro corazón también rebosa de amor por ustedes! Lloramos con ustedes la pérdida de sus seres queridos y oramos por su sanación. Testificamos que por medio del sacrificio expiatorio de nuestro Señor Jesucristo, ¡sus seres queridos viven! Esperamos ese día de gozo en el que nos reuniremos con todos los que amamos”.

Ministrar a los sobrevivientes

Mapule Takane prestaba servicio como líder de las Mujeres Jóvenes y después de dos meses en el hospital, fue dada de alta recientemente y se está recuperando en casa de sus padres. “Solía tener dificultades con [las jóvenes] que no leían las Escrituras”, dijo. “Pero ahora me dicen que las leen. Creo que eso fue algo especial que sucedió. Fue como si su fe aumentara como diez veces debido a esa experiencia”.

La presidenta Porter dijo: “A veces es entonces cuando realmente ven la mano de Dios en nuestra vida, cuando suceden cosas difíciles, porque en otros momentos no estamos prestando tanta atención a Dios en nuestra vida. Todo marcha bien, pero cuando afrontamos situaciones difíciles, oramos, buscamos ayuda, y vemos milagros”.

“[Las mujeres jóvenes] no dejan de repetirme que me aman, que me extrañan y que quieren que vuelva”, dijo Mapule.

La presidenta Porter respondió: “Cuando regrese a la Iglesia, será una gran celebración de amor, abrazos y dicha”.

“Sí, espero que eso suceda. Me encantan los abrazos”, dijo Mapule.

La presidenta Porter visitó a otra líder de las Mujeres Jóvenes, Alphoncina Rakuoane, en un hospital de Maseru, Lesoto. Tiene la esperanza de regresar pronto a casa. Otras dos mujeres jóvenes, Mamothobi Mothebe y Moliehi Selebeli, permanecen hospitalizadas en Johannesburgo.

Entre las personas que perecieron en el accidente se encontraban Moeti Molateli, el presidente de rama de la congregación de Maputsoe, y su esposa, Mokhethi. Dejaron tres niños pequeños, Keketo (de 8 años), Papi (de 4) y Kabelo (de 3). Están al cuidado de su hermano y su cuñada. La presidenta Porter y la hermana Dennis pasaron tiempo conversando con ellos en la capilla y en su casa.

Las mujeres jóvenes que viajaban en el minibús llevaban sus ejemplares de las Escrituras, que fueron destruidos en el accidente. Como obsequio de la Iglesia, se entregarán Escrituras a cada joven sobreviviente y a sus líderes, que incluyen la Biblia, el Libro de Mormón y La Perla de Gran Precio.

En una reunión de las jóvenes, sus familiares y amigos en la capilla de la rama Maputsoe, la hermana Dennis dijo a las jovencitas que esa difícil experiencia profundizaría su compasión por otras personas que están pasando por momentos difíciles.

“Ustedes, jovencitas, podrán ayudar a otras personas en su vida”, dijo la hermana Dennis. “Cuando otras personas pasen por cosas similares, entenderán lo que sientan”.

De esta manera, agregó, están siguiendo el camino de Jesucristo.

“Eso es lo que Jesucristo hizo por nosotros por medio de Su Expiación”, dijo la hermana Dennis. “Entendemos que Jesucristo tomó sobre Sí nuestros pecados, pero Él hizo más que eso”.

Luego leyó Alma 7:11–13, en el Libro de Mormón, donde se enseña que Jesús sufrió “dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases” y tomó sobre Sí nuestras “debilidades […] para que sus entrañas sean llenas de misericordia”.

“Ustedes serán una luz [para los demás], como Cristo lo es para nosotros”, dijo la hermana Dennis. “Serán una luz para ellos porque podrán entender por lo que estén pasando”.

La hermana Dennis enseñó que aunque tal vez sientan que nadie conoce su dolor, Dios sí lo conoce.

“Su Salvador, Jesucristo, comprende su dolor”, dijo. “Él tomó sobre Sí sus dolores, sus aflicciones y sus pesares para poder comprender y acudir a ustedes en sus momentos de necesidad”.

Gracias a Jesucristo, agregó la hermana Dennis, “siempre hay esperanza”.

“Verán a sus seres queridos otra vez”, dijo. “Gracias a Jesucristo, ellos resucitarán. La muerte no es el final. Un día, no habrá más muerte, no habrá más llanto, no habrá más lágrimas, gracias a nuestro Salvador, Jesucristo”.

La presidenta Porter agregó que “Jesucristo es el único que puede brindar sanación y esperanza”.

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