La genealogía, el estudio de los antepasados o de la historia familiar de las personas, es uno de los pasatiempos de mayor popularidad en el mundo. Las personas de todas las religiones y de todas las nacionalidades disfrutan al descubrir de dónde proceden. Sin embargo, para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el aprender en cuanto a su historia familiar es más que una actividad esporádica. Las familias Santos de los Últimos Días creen que las familias pueden estar juntas después de esta vida; por lo tanto, es esencial fortalecer la relación con los integrantes de la familia, tanto con los que están vivos como con los que han fallecido.
Los Santos de los Últimos Días creen que es posible unir eternamente a las familias por medio de las ceremonias sagradas de sellamiento que se realizan en los templos. De forma vicaria, estos ritos del templo también se pueden efectuar a favor de personas que han fallecido. Por ende, para los mormones, la investigación genealógica o historia familiar es el precursor esencial de la obra del templo por los muertos. Los Santos de los Últimos Días creen que las personas que han fallecido tienen la opción de aceptar o rechazar los servicios que se realicen en su favor.
A partir de 1894, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha dedicado tiempo y recursos para recolectar y compartir registros de importancia genealógica. Gracias a la cooperación de archivos civiles, eclesiásticos y de bibliotecas, la Iglesia ha creado la colección más grande de registros familiares del mundo, con información en cuanto a más de 3 mil millones de personas fallecidas. Originalmente esa labor se facilitó por medio de la Sociedad Genealógica de Utah, y actualmente mediante FamilySearch, una organización sin fines de lucro auspiciada por la Iglesia.
FamilySearch brinda acceso a información proveniente de 100 países, incluso partidas de nacimiento, certificados de matrimonio y defunción, censos, sucesiones y testamentos, registros de tierras, etc. Estos registros se ponen a disposición del público sin costo alguno por medio del sitio web FamilySearch.org, la mundialmente afamada Biblioteca de Historia Familiar en Salt Lake City y una red de 4.600 centros de historia familiar en 126 países.