La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha mostrado preocupación por los efectos de la pornografía, tema que ha tenido gran auge en los últimos años y ha sido tocado por los líderes de la Iglesia.
Durante años los líderes han advertido en cuanto a los peligros de imágenes y palabras destinadas a despertar deseos sexuales.
“La corrompida influencia de la pornografía producida y diseminada con fines comerciales está arrazando nuestra sociedad como una avalancha”(Dallin H. Oaks).
La pornografía ha estado presente desde los inicios de las civilizaciones, siendo este el momento en el que su alcance ha roto muchas fronteras y barreras con la tecnología, que facilita el aceso a videos, películas, blogs y redes socales entre otros.
En un discurso ofrecido a los varones, en octubre del 2004, el entonces presidente de la iglesia Gordon B. Hinckley, compartió una carta que una mujer le había hecho llegar tras la muerte de su esposo, hablando del impacto que la pornografía tuvo en sus vidas:
“Estimado presidente Hinckley:
“Hace poco ha fallecido mi esposo de treinta y cinco años… Él tuvo una conversación con nuestro buen obispo en cuanto le fue posible después de su última intervención quirúrgica. En seguida, esa misma noche, vino a decirme que había sido adicto a la pornografía. Necesitaba que lo perdonara. Además, me dijo que se había cansado de llevar una doble vida, en la Iglesia, sabiendo que se hallaba en las garras de ese ‘otro amo’.
“Me quedé atónita, lastimada, me sentí traicionada y agraviada. No me fue posible prometerle el perdón en aquel momento, pero le rogué me diese tiempo… Examiné mi vida matrimonial y comprendí que la pornografía había… producido un efecto devastador en nuestro matrimonio desde el principio…”
“Durante muchos años en nuestro matrimonio… él fue muy cruel en muchas de sus exigencias. Yo nunca podía estar a la altura de lo que él quería… Me sentí profundamente abatida en aquel tiempo hasta el punto de llegar a una intensa depresión… Ahora comprendo que él me comparaba con la ‘reina de la pornografía’ del momento…
“Después de eso, yo ni siquiera podía sentarme a su lado en el coche y caminaba por la ciudad… durante horas, pensando en suicidarme. ¿Para qué seguir viviendo si eso es todo lo que mi “compañero eterno” siente por mí?
“Seguí adelante, pero me rodeé de un caparazón de protección. Existía por otras razones que no eran mi esposo, y hallaba alegría en mis hijos, en proyectos y logros que podía realizar totalmente por mi cuenta…
“Después de la confesión que me hizo poco antes de morir, y tras haberme tomado tiempo para examinar mi vida, le dije: ¿No te das cuenta de lo que has hecho?… Y le dije también que yo había llevado un corazón puro a nuestro matrimonio, que lo había conservado puro durante nuestra vida matrimonial y que pensaba conservarlo puro para siempre jamás. ¿Por qué no pudo él haber hecho lo mismo por mí? Todo lo que yo deseaba era sentirme apreciada y que me tratase con la más mínima cortesía… en lugar de que me tratara como una especie de esclava…
“Ahora me queda lamentar no sólo su partida, sino también una relación que pudo haber sido hermosa, pero que no lo fue…
“Por favor, advierta… La pornografía no es un excitante festín para la vista que dé una momentánea ráfaga de frenesí, [sino que] llega a lastimar el corazón y el alma de las personas hasta lo más profundo y destruye la relación que debe ser sagrada, lastimando hasta la médula a los que más se debe amar”.
Después de leer esta carta se dieron a conocer algunos datos curiosos sobre la pornografía:
- La industria de la pornografía ha tenido más de cincuenta y siete mil millones de dólares en todo el mundo, doce mil millones de ésos los obtienen en Estados Unidos.
- El veinte por ciento de los varones admiten acceder a la pornografía en el trabajo, el trece por ciento de las mujeres lo hacen también; el diez por ciento de los adultos admiten tener adicción a lo sexual en Internet.
- “National Coalition for the Protection of Children and Families” (Coalición Nacional de Protección del Niño y de la Familia) indica que “aproximadamente cuarenta millones de personas en Estados Unidos tienen que ver con asuntos sexuales por Internet.
- Uno de cada cinco niños, de entre diez a diecisiete años, ha solicitado relaciones sexuales por Internet.
- Tres millones de los que accedieron a los sitios web de Internet de contenido sexual para adultos en septiembre de 2000 eran menores de diecisiete años.
- Los asuntos sexuales son el tema número uno que se busca en Internet.
¿Porque es una adicción?
Distintos estudios médicos sobre la mente humana han explicado que la pornografía esta catalogada como una adicción; por que el llamado “sentimiento eufórico” proviene de químicos liberados en el cerebro en lugar de fuentes externas como el alcohol. La mente gradualmente se acostumbra a la liberación de estos químicos y busca continuamente los recursos para lograr esa estimulación. Para el adicto a la pornografía, esta estimulación proviene de factores visuales al ver revistas, películas, libros o páginas web pornográficas.
La adicción a la pornografía no es causada por un solo factor; si no que es la construcción del tiempo con diferentes factores. Algunas de las causas pueden incluir la exposición a imágenes pornográficas en edad joven, la adicción a la pornografía se alimenta a sí misma y es progresiva por naturaleza. Una persona se vuelve insensible a las imágenes que está viendo y constantemente necesita más y nuevas imágenes.
El problema con esta adicción es que la mente del ser humano es distorsionada y su percepción es alterada, el trato con las demás personas cambia al ver sobre todo al género femenino como un objeto sexual y no como un ser, la persona se puede volver violenta con las otras personas y en un vinculo familiar o matrimonial se crea una brecha entre la persona con dicha adicción y los que los rodea.
Un hombre que había sido adicto a la pornografía y a las drogas dijo: “La cocaína… no se compara a la pornografía, yo he sido adicto a ambas cosas y el dejar de usar las drogas mas potentes no fue nada en comparación con tratar de olvidar la pornografía”
La Iglesia cuenta con un programa de apoyo a las adicciones llamado “Servicios para la familia: programa para la recuperación de adicciones”.
Dicho manual esta hecho por líderes de la iglesia y por personas que han sido adictas y han experimentado la recuperación por medio de las enseñanzas del evangelio de Jesucristo.
En el manual se resaltan doce pasos que las personas deben de seguir para poder abandonar la adicción:
Paso 1-Admitir la incapacidad para superar sus adicciones por si mismo y que ha perdido el control de su vida
Paso 2- Creer que el poder de Dios puede restaurar su salud espiritual por completo
Paso 3- Decidir entregar su voluntad y su vida a Dios, el Padre Eterno, y a Su Hijo Jesucristo.
Paso 4- Escudríñese y realice un valiente inventario moral por escrito de sí mismo.
Paso 5- Admitir la naturaleza exacta de sus errores ante sí mismo, ante su Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo, ante la debida autoridad del sacerdocio y ante cualquier otra persona.
Paso 6- Prepárese por completo para que Dios erradique todas las debilidades de su carácter.
Paso 7-Pida humildemente a su Padre Celestial que le libre de sus debilidades.
Paso 8-Redacte una lista con los nombres de todas las personas a las que haya ofendido y dispóngase a reparar sus agravios.
Paso 9- En lo posible, realice una restitución directa a todas las personas a las que haya ofendido.
Paso 10- Prosiga con su inventario personal y cada vez que cometa un error, admítalo sin dilación.
Paso 11- Válgase de la oración y la meditación para conocer la voluntad del Señor y tener fuerzas para aplicarla en su vida.
Paso 12-Tras haber logrado un despertar espiritual gracias a la expiación de Jesucristo, comparta este mensaje con otras personas y viva estos principios en todo momento.
Existe una pagina de internet donde el contenido es dirigido especialmente a las personas adictas a la pornografía, esta pagina fue creada por los lideres y especialistas santos de los últimos días para poder ayudar de una forma mas discreta a aquellas personas afectadas.