Este miércoles 22 de enero, el director ejecutivo de la Oficina del Tercer Sector y Bases de Fe de Puerto Rico, Héctor Albertorio Blondet y el director del Centro de Iniciativas de Fe y Oportunidades de Homeland Security y FEMA en Washington DC, Kevin Smith, visitaron el centro de acopio de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Ponce, como parte de una serie de visitas a las iglesias que han estado colaborando con los afectados por los sismos en el área sur de la isla.
La visita tuvo como propósito valorar el esfuerzo que han estado haciendo los grupos de base de fe a raíz de los constantes temblores que se han verificado en esta zona y orientar a los líderes y voluntarios de las distintas organizaciones religiosas, sobre la importancia de aplicar una logística eficiente para realizar las ayudas y llevar registro del trabajo realizado.
Como lo explica el señor Albertorio, la ayuda prestada por los grupos de fe impacta positivamente en la ayuda que se otorga a entidades no gubernamentales que prestan servicios a los más necesitados.
“Orientamos sobre la importancia de llevar registros de toda la labor que hacen las iglesias, incluyendo las horas trabajadas por los voluntarios, ya que esta información ayuda en el proceso de “cost share” con las ayudas federales”, indicó Albertorio.
Además, destacó que “se estima que cada hora que trabaja un voluntario, equivale a US$20.00 en cost share. Eso ayuda a reducir la cantidad de dinero que el gobierno estatal debe aportar al gobierno federal, permitiendo redirigir parte de esos ahorros a servicios brindados por entidades no gubernamentales como las iglesias”.
En cuanto a la labor que ha estado realizando la Iglesia de Jesucristo en medio de los continuos sismos, el señor Albertorio la valoró como muy positiva y destacó el orden con que la Iglesia realiza estas acciones de ayuda.
“La labor que han estado realizando los santos de los últimos días ha sido impresionante y para el gobierno de PR ha sido más que un privilegio poder contar con la Iglesia como aliados y brazos extendidos de ayuda en las comunidades”, dijo Albertorio.
De su parte, Kevin Smith manifestó aprecio y alta estima por los esfuerzos que la Iglesia lleva a cabo, tanto en esta ocasión como en otros momentos en que ha sido necesario, destacando los niveles de organización con que se realiza la labor de ayuda.
Hasta el día de hoy, unos 650 voluntarios del voluntariado Manos que Ayudan de la Iglesia de Jesucristo, han contribuido cerca de 5,100 horas de servicio colectivo, impactando a alrededor de 3,196 personas con suministros de higiene personal, alimentos, agua, tiendas de campaña, sábanas entre otros recursos de primera necesidad.