En Bogotá, mujeres de la Sociedad de Socorro de la Estaca Bogotá Granada de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han creado oportunidades para desarrollar sus talentos y motivarse mutuamente durante este tiempo de pandemia por COVID-19.
Las líderes de la Sociedad de Socorro de varios barrios de la Estaca Granada han buscado inspirar a las mujeres de su organización a cultivar sus talentos de diversas maneras. En el barrio Villa del Prado, por ejemplo, la presidencia de la Sociedad de Socorro ha organizado varias actividades donde las mujeres miembros y amigas de La Iglesia compartieron sus talentos de forma virtual.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Una de esas actividades virtuales fue llamada "Talent Show", y las participantes pudieron compartir sus habilidades gastronómicas, artísticas comunicativas y espirituales, tales como: baile, escritura, dibujo, pintura, canto, preparación de encurtidos y emprendimientos. En todos los casos aplicaron los principios de autosuficiencia enseñados en La Iglesia de Jesucristo.
Las líderes que organizaron estos eventos mencionaron que a pesar de la pandemia y las cuarentenas, este tiempo “ha sido la oportunidad de vivir de una forma distinta, logrando nuevos aprendizajes en todos los campos”. Por su parte, algunas participantes afirmaron que estas actividades han sido “grandes oportunidades de edificarnos, inspirarnos, y fortalecernos unas a otras, creando un espacio de entretenimiento para unir nuestros lazos de amistad y acortar la distancia”.
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo creen que todos tenemos talentos y habilidades especiales que nos dio nuestro Padre Celestial y que los trajimos con nosotros cuando nacimos. También que todos tenemos la responsabilidad de desarrollar esos talentos durante nuestro tiempo en la Tierra. Un talento es una clase de mayordomía (responsabilidad en el reino de Dios). La parábola de los talentos nos enseña que si servimos bien en nuestra mayordomía, se nos darán mayores responsabilidades; pero si no servimos como es debido, finalmente se nos quitará nuestra mayordomía. (Véase Mateo 25:14–30).