Unos 80 miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pertenecientes a los barrios Alejandría, Dorado, Engativá y Álamos, de la estaca El Dorado, se unieron con entusiasmo para llevar esperanza y alegría a 94 niños de la Fundación FANA, a través de un esfuerzo colectivo que permitió recolectar y donar kits de aseo, ropa y juguetes, destinados a ofrecer un momento especial a los pequeños. Así mismo, y en un evento paralelo celebrado en el municipio de Funza, fueron donados 36 kits de útiles escolares, destinados a apoyar a los niños atendidos por la Fundación Discípulos de Cristo.
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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Miembros de la Iglesia de Jesucristo de esta estaca atendieron el llamado de "Iluminar El Mundo", de acuerdo con la campaña mundial que cada año promueve la Iglesia de Jesucristo, lo que permitió celebrar actividades de servicio alternas en diferentes localidades, donde además de las donaciones, se compartieron mensajes y presentaciones, entre ellas, la de un coro de niños con cánticos navideños, aguinaldos y villancicos.
Mario Molero, presidente de la estaca, resaltó: “El propósito de esta iniciativa fue iluminar el corazón de los niños beneficiarios, para llevarles la verdadera esencia de la temporada navideña: amor, compasión y generosidad, que es en definitiva lo que nos identifica y nos une como cristianos”.
Por su parte, Floralba Garzón, directora de la Fundación Discípulos de Cristo, expresó su profundo agradecimiento por la generosidad de la comunidad: "Necesitamos más personas como ustedes. El Señor les bendiga por esta labor". Sus palabras resaltan la importancia de la colaboración y el impacto positivo que las acciones solidarias pueden tener en la vida de aquellos que más lo necesitan.
Finalmente, el presidente Molero destacó que este acto de solidaridad “no solo ha iluminado la temporada navideña para estos niños, sino que también, ha dejado una huella duradera en nuestra comunidad. La Iglesia de Jesucristo continúa comprometida con su misión de llevar luz y esperanza a quienes más lo necesitan, demostrando que la verdadera magia de la Navidad está en compartir y cuidar unos de otros”.