Por Priscilla Biehl Motta y Richard M. Romney
Revistas de la Iglesia
Cuando su padre murió, Raimundo Carvalho tenía 18 años; su padre se había ganado la vida lavando ropa para otras familias. Ahora ya no contaban con ese escaso ingreso.
“Yo era el hijo mayor, el único varón con cuatro hermanas menores, así que tenía que ayudar a mi madre a proveer para la familia”, recuerda él. “Afrontamos muchos desafíos y éramos muy pobres”.
Raimundo aprendió a hacer zapatos. Sin embargo, pronto se hizo evidente que no podía seguir adelante con sus estudios y trabajar lo suficiente para proporcionar la ayuda que su madre necesitaba. “Lo primero era cuidar de la familia”, dice. “Pude terminar mis clases ese año y eso fue todo”.
En su corazón, él sabía que regresaría a la escuela, pero, ¿cuándo y cómo?
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Él continuó trabajando y la familia sobrevivió. “Entonces conocí a esta hermosa mujer y me casé con ella”, dice mientras sonríe a su esposa, Eréroythe, “y formamos nuestra propia familia. Ahora tenemos tres hijos y tres nietos”.
Eró, como se conoce a su esposa, alentó a Raimundo a regresar a la escuela. “Pero debido a mis responsabilidades como esposo y padre”, dice Raimundo, “sabía que no podía obtener la formación académica que quería en ese momento. No abandoné mi sueño, simplemente lo pospuse. Se convirtió en algo que haría en el futuro”.
Descubrió que lo que podía hacer era alentar a su esposa y a sus hijos a obtener formación académica. “Las Escrituras enseñan que la gloria de Dios es la inteligencia”, afirma él. “También dicen que debemos criar a nuestros hijos en la luz y la verdad y que debemos buscar conocimiento por el estudio y la fe. Esos principios se convirtieron en normas para nuestra familia”.
Obtener formación académica en la actualidad
En la actualidad, Raimundo tiene 62 años. ¿Y el sueño que pospuso? Por fin se está cumpliendo; recientemente se graduó de la escuela secundaria. Y además, se está preparando para entrar en la universidad. “Tengo que presentar un examen difícil para entrar”, dice, “pero quiero que las personas, tanto mayores como jóvenes, vean que pueden fijarse una meta y lograrla”.
La Nota completa en la Revista Liahona de Diciembre de 2022