Don Quijote de la Mancha es una novela escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra. Se publica su primera parte con el título de El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha a comienzos de 1605, es una de las obras más destacadas de la literatura española y la literatura universal, y una de las más traducidas. En 1615 aparecería la segunda parte del Quijote de Cervantes con el título de El ingenioso caballero don Quixote de la Mancha.
La obra tuvo un camino tortuoso antes de autorizarse su publicación. Es por esto que se considera que el 9 de mayo es el día más apropiado para celebrar la difusión en el mundo de la primera parte de las aventuras del hidalgo manchego. Cervantes quiso hacer con esta obra una parodia de las novelas de caballería, género literario que se encontraba de moda en la época. Pero, sin que estuviese en sus aspiraciones, la novela que relata las peripecias que le sucedieron a Alonso Quijano en su deseo de convertirse en caballero andante, se convirtió en el modelo de la escritura en idioma castellano y en un vivo retrato de la sociedad española de comienzos del siglo XVII. Escritores y lectores de todas las partes del globo han alabado la obra: Mark Twain, Fiodor Dostoievski, Chateuabriand, Thomas Mann, entre muchos otros, calificaron al Quijote como una de sus lecturas predilectas.
El Hermano Tad R. Callister, quien fuera Presidente General de la Escuela Dominical, líder del Iglesia de Jesucristo, nos comparte su idea:
En la obra Don Quijote existen algunas líneas maravillosamente claras y significativas que dicen: “Enseña bien quien vive bien; esa es toda la divinidad que entiendo”. Un maestro debe vivir lo que enseña. Su ejemplo es su arma más poderosa, su herramienta más potente. Fue el presidente Harold B. Lee quien dijo: “No pueden elevar a otra persona mientras no se hallen en un terreno más elevado que ella” (“Permaneced en lugares santos”, Conferencia General de abril de 1973).