El Batallón Mormón es la única entidad religiosa de la historia militar norteamericana. Actuó entre julio de 1846 y julio de 1847 durante la Guerra de México-Estados Unidos. El Batallón era una unidad de más de 500 miembros voluntarios de la Iglesia, dirigidos por militares propios a las órdenes de oficiales del ejército regular; llevó a cabo una agotadora marcha desde Council Bluffs, Iowa hasta San Diego, California.
La expedición del Batallón fue esencial para asegurar las nuevas tierras tomadas a México por los Estados Unidos, en las regiones de California, Utah y Arizona; especialmente después de la compra de Gadsden en 1853. Esta incursión abrió una ruta de caravanas hacia el sur de California.
- El Batallón era una unidad de más de 500 miembros de la Iglesia voluntarios dirigidos por militares propios a las órdenes de oficiales del ejército regular
- El Batallón Mormón es la única entidad religiosa de la historia militar norteamericana. Actuó entre julio de 1846 y julio de 1847 durante la Guerra de México-Estados Unidos
- El batallón marchó dos mil trescientos kilómetros al sudoeste hacia California, y padeció la falta de alimentos, de agua, de descanso, de atención médica y del paso acelerado de la marcha
- Sitio historicio en recuerdo del Batallon Mormon
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
“Mientras los santos estaban en Iowa, los reclutadores del ejército de los Estados Unidos solicitaron a los líderes de la Iglesia que proporcionaran un contingente de hombres para que sirviera en la guerra con México, que había comenzado en mayo de 1846. Los hombres, que llegaron a conocerse como el Batallón Mormón, habían de marchar a través de la parte sur de la nación hasta California; se les pagaría un sueldo y recibirían ropa y raciones. Brigham Young instó a los hombres a participar para reunir los fondos para congregar a los pobres de Nauvoo y ayudar a las familias de los soldados. El cooperar con el gobierno en esa campaña también manifestaría la lealtad de los miembros de la Iglesia hacia su país y les daría razones justificables para acampar temporariamente en tierras públicas y de los indios. Finalmente, 541 hombres aceptaron el consejo de los líderes y se unieron al batallón. Les acompañaron 33 mujeres y 42 niños.
Para los integrantes del batallón, el problema de ir a la guerra se complicaba por el dolor que significaba dejar a sus esposas e hijos solos, en un tiempo tan difícil. William Hyde relató: ‘Me es imposible describir lo que sentí al sólo pensar en dejar a mi familia en momentos tan críticos´. Estaban lejos de su tierra natal, situados en una pradera solitaria con tan sólo un carromato como techo, el sol despiadado azotándolos, y a la espera de los fríos vientos invernales en el mismo lugar solitario y triste. ´Mi familia consistía en mi esposa y dos hijos pequeños, quienes se quedaron en compañía de mis padres, que eran ancianos, y un hermano´. La mayoría de los integrantes del batallón dejaron a sus familias… ´Sólo Dios sabía cuándo nos volveríamos a reunir con ellos; no obstante, no sentimos el deseo de quejarnos´.
El batallón marchó dos mil trescientos kilómetros al sudoeste hacia California, y padeció la falta de alimentos, de agua, de descanso, de atención médica y del paso acelerado de la marcha. Los soldados sirvieron como tropas de ocupación en San Diego, San Luis Rey y Los Ángeles. Al finalizar el año de su enlistamiento, fueron relevados y se les permitió reunirse con sus familias. Sus esfuerzos y lealtad al gobierno de los Estados Unidos les ganó el respeto de sus dirigentes.