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17 de febrero de 1834, se restaura el Sumo Consejo

Un día como hoy en La Iglesia de Jesucristo

El Consejo de doce sumos sacerdotes funciona bajo la dirección de la presidencia de estaca y tienen el ministerio de enseñar, capacitar y supervisar a los miembros o los programas de estaca.

El primer sumo consejo de la iglesia en esta dispensación fue organizado en Kirtland, mediante Acta firmada en Ohio el 17 de febrero del 1843.  Escribieron el acta original los élderes Oliver Cowdery y Orson Hyde. (D. y C. 102).

Posteriormente se organizó en Misuri otro sumo consejo que se ocupara de los problemas que hubiera en aquella parte lejana de la viña. Mas adelante, una vez que se organizaron estacas tal como las que tenemos hoy día, se nombraron para estas presidencias completas y sumos consejos.

Responsabilidades del sumo consejo

Los miembros del sumo consejo deliberan en consejo y apoyan las decisiones de la presidencia de estaca para ordenar a hermanos a los oficios de élder y sumo sacerdote. El presidente de estaca puede autorizar a los miembros del sumo consejo que lo representen cuando se ordene a varones a los oficios de élder y sumo sacerdote.

Para ayudarlos a supervisar el Sacerdocio de Melquisedec, la presidencia de estaca asigna a un miembro del sumo consejo para que los represente en cada Cuórum de élderes, barrio y rama de la estaca. En esta función, los miembros del sumo consejo orientan a los líderes de las presidencias de los cuórumes de élderes recién llamados. También proporcionan ánimo, apoyo e instrucción constantes a estos líderes. Con regularidad se reúnen con estos líderes para conocer sus necesidades, enseñarles sus deberes y comunicar información de la presidencia de estaca. Asisten periódicamente a las reuniones del quórum de élderes. También asisten a las reuniones de obispado, de comité ejecutivo del sacerdocio y de consejo de barrio si se les invita o asigna.

En un mensaje, el Élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló sobre prestar servicio en la Iglesia. Contó una historia sobre cómo él y otro hermano intentaron mover un pesado piano. Cuando todos sus esfuerzos fallaron, un hombre los instó a simplemente ponerse de pie juntos e “impulsar desde donde estuvieran”

El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Magnificamos nuestro sacerdocio y honramos nuestro llamamiento cuando servimos con diligencia y entusiasmo en los cargos que nos delegan las autoridades correspondientes… Cuando nos acercamos para ayudar a los que nos necesitan y fortalecer a los que flaquean, magnificamos nuestro llamamiento… Magnificamos nuestro llamamiento cuando somos hombres honrados e íntegros”

“Ningún llamamiento es indigno de nosotros. Cada uno de ellos nos ofrece la oportunidad de servir y de progresar”

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