El 28 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), uno de los trastornos pulmonares más comunes dentro de la población debido al consumo de tabaco.
Esta enfermedad se caracteriza por un bloqueo permanente del flujo del aire que altera la respiración normal de las personas. Es una combinación de enfisema pulmonar y bronquitis crónica obstructiva y se presenta en personas que han fumado durante más de diez años, en general.
Los principales síntomas de esta enfermedad son: tos crónica, falta de aire al respirar y la deficiencia para realizar actividades físicas, causando que la persona se canse con mayor rapidez de lo habitual.
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En este contexto, el doctor Fernando Descalzi, médico broncopulmonar, docente de la carrera de Medicina, explica que “para poder detectar si una persona sufre EPOC se le puede realizar una espirometría o, para visualizarla aún mejor, es recomendable la realización de alguna imagen pulmonar como una radiografía o escáner de tórax”.
Además agrega que “una vez realizados los exámenes y fuera detectado positivo, la persona debería dejar de fumar apenas conozca el diagnóstico, ya que es una enfermedad que tiene altas probabilidades de mortalidad. Si la persona continua fumando es progresivo y terminará en una insuficiencia respiratoria crónica, es decir, necesitará de oxígeno para poder vivir”.
Según cuenta el doctor Descalzi, la enfermedad EPOC es cada vez más frecuente y se supone que en los próximos años va a estar en el tercer lugar de causa de muerte en el mundo occidental y la única manera de prevenir sería no fumar.
Según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), más del 90 por ciento de las muertes por causa de esta enfermedad, se registran en los países de bajos y medianos ingresos.
Nuestro cuerpo es un don preciado de Dios. A fin de conservar el cuerpo y la mente sanos y fuertes, Dios dio una ley de salud a José Smith en 1833. Esta ley se conoce como la Palabra de Sabiduría.
Además de recalcar los beneficios de una buena alimentación y de la salud física y espiritual, se nos pide que nos abstengamos de consumir sustancias como el Tabaco, el Alcohol, el Cafe, el Té y las Drogas perjudiciales.
Esta ley tiene grandes promesas físicas y espirituales. En la actualidad, la comunidad científica promueve los mismos principios que un Dios amoroso dio a José Smith hace casi dos siglos.