Con motivo del Día Internacional de la Partera, que se celebra el 5 de mayo cada año, el Fondo de Población de las Naciones Unidas – UNFPA, recuerda la importante labor de esas profesionales en asegurar embarazos, partos y pospartos sin riesgo. También recordaron que las inversiones en partería son beneficiosas.
Las parteras salvan vidas. Si todas las parteras fueran capacitadas formalmente, podrían evitar aproximadamente dos tercios de todas las muertes maternas y neonatales. Desde 2008, el UNFPA ha trabajado con gobiernos, distintos asociados y encargados de formulación de políticas para ayudar a crear una fuerza laboral de parteras competentes y bien formadas que cuenten con los medios necesarios para ejercer su labor en entornos de bajos recursos.
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Programa de capacitación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días para mejorar la salud de madres y bebés en todo el mundo
Elza Kunelashvili, partera de Akhaltsikhe, Georgia, estaba de servicio en el hospital cuando nació un bebé sin latidos. El personal del hospital sabía que lo más probable era que el bebé estuviera muerto. Cuando Elza tomó al bebé en sus manos, la situación cambió.
Elza explicó: “Cuando lo puse en mi palma, sentí un latido. Afortunadamente, yo había tomado un curso de capacitación de reanimación neonatal… Empecé a ventilar al niño con una bolsa y una máscara, y al final del primer minuto de hacerlo, él respiraba. Imaginen mi alegría y el gozo de sus padres. ¡El padre saltaba de alegría! He tenido 41 años de experiencia de trabajo, pero este caso fue el más especial de mi vida. Siempre recordaré a ese bebé y esa experiencia especial”.
Ésta es una de las muchas historias inspiradoras contadas por personas de todo el mundo que han ayudado a salvar vidas gracias a la capacitación de reanimación neonatal que recibieron de voluntarios de Ayuda Humanitaria de La Iglesia de Jesucristo.
La Iglesia tiene un compromiso firme de ayudar a cuidar a las madres y a los bebés. Durante los últimos 10 años, Ayuda Humanitarias ha trabajado en colaboración con otras organizaciones para ayudar a los bebés a sobrevivir, al proporcionar a los médicos, las enfermeras y parteras el conocimiento y el equipo necesarios para la reanimación de bebés que no respiran al nacer.
Esta capacitación ha sido bien recibida en los países donde se han implementado los proyectos. Habiendo ya influido en la vida de más de 30.000 personas en 42 países, ahora expande su programa para salvar aún más vidas. En enero de 2015, se cambió el nombre del programa principal de “Capacitación de reanimación neonatal” a “Cuidado Materno y para recién nacidos” para incorporar nuevo material de capacitación.
“A medida que llevamos a cabo programas de capacitación de reanimación neonatal para salvar a bebés que no respiraban al nacer, se hizo evidente que también teníamos que incluir programas diseñados para reducir la mortalidad materna”, dijo el Dr. George M. Bennett, especialista de Capacitación de reanimación neonatal de la Iglesia.
El programa principal Capacitación de reanimación neonatal consta de tres componentes fundamentales: Reanimación neonatal, Cuidado materno y Cuidados esenciales para cada bebé. Los cursos de estudio para cada sección están disponibles y son utilizados por Ayuda Humanitaria en asociación con la fundación Johns Hopkins y la Academia Norteamericana de Pediatría.
“Trabajar con otros socios globales es mucho más eficaz ya que podemos trabajar juntos en los países y combinar recursos para lograr un impacto mucho más grande”, dijo Dean Walker, director del programa principal Capacitación de reanimación neonatal. “La asociación con otras organizaciones tiene un efecto multiplicador en la labor y conduce a un mayor éxito”.