En 1948, la Primera Asamblea Mundial de la Salud propuso que se estableciera un «Día Mundial de la Salud» para conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde 1950, el Día Mundial de la Salud se viene celebrando cada 7 de abril. Todos los años se elige para esa jornada un tema de salud específico a fin de destacar un área prioritaria de interés para la OMS.
La Organización Mundial de la Salud se fundó sobre la base del principio de que todas las personas deberían poder hacer efectivo su derecho al grado máximo de salud que se pueda lograr. Por lo tanto, la frase “Salud para todos” ha sido la visión que los ha guiado a lo largo de más de siete decenios. También es el motor de la actual iniciativa, impulsada a nivel de toda la Organización, de ayudar a los países a avanzar hacia la cobertura sanitaria universal (CSU).
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días enseña la Palabra de Sabiduría, la cual describe el código de salud recomendado por la Iglesia. En 1833 José Smith recibió como una revelación de Dios el plan de salud, que presentó específicamente a los primeros miembros de la Iglesia.
Hoy, los Santos de los Últimos Días se refieren a esas pautas de salud como "La Palabra de Sabiduría", porque al principio de la introducción de la revelación, José Smith escribió "Una palabra de sabiduría para el beneficio del consejo..., y la Iglesia, y también los santos de Sión."
En la Palabra de Sabiduría, el Señor reveló que las siguientes sustancias son dañinas: Bebidas alcohólicas, Tabaco, Té, Café y Drogas perjudiciales. También describe que los siguientes alimentos son buenos para nuestro cuerpo: Verduras y frutas, las cuales deben usarse “con prudencia y acción de gracias". Adicionalmente, los granos como el trigo, el arroz y la avena son como "sostén de vida". La carne ha de consumirse de manera limitada.