El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, comúnmente conocido como la Cruz Roja (Internacional) o la Media Luna Roja (Internacional), es un movimiento humanitario mundial de características particulares y únicas en su género, por su relación particular con base en convenios internacionales con los estados y organismos internacionales por un fin verdaderamente humanitario.
Está integrada por:
- Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
- Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
- 191 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Los componentes del Movimiento, aunque conservan su independencia en los límites del Estatuto del Movimiento, actúan siempre de conformidad con sus Principios Fundamentales y colaboran entre sí en el desempeño de sus tareas respectivas y para realizar su misión común. Se reúnen con los Estados Partes en los Convenios de Ginebra del 27 de julio de 1929 o del 12 de agosto de 1949 en la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (en adelante: la Conferencia Internacional).
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) siempre ha tenido un reconocido papel en el desarrollo y la promoción del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Consciente de los retos que conlleva su pleno respeto, el CICR creó en 1996 un servicio de asesoramiento en derecho internacional humanitario a fin de fortalecer su capacidad de prestar servicios a los estados en esa materia abarcando medidas concretas y necesarias para la implementación de los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales, los diversos tratados sobre armas, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y otros tratados pertinentes.
La Cruz Roja también es el emblema inicial del movimiento. La cruz roja, junto con la media luna roja y el cristal rojo sobre fondo blanco, son emblemas humanitarios reconocidos oficialmente por casi la totalidad de países del mundo y su uso está enmarcado en el derecho internacional humanitario, por lo que deben ser respetados en toda circunstancia, para que se puedan desarrollar las labores humanitarias en los desastres y conflictos armados.
El Programa de Ayuda Humanitaria de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días se une a la Cruz Roja para ayudar en los esfuerzos de recuperación y ayuda a poblaciones afectadas por desastres.
En octubre de 2018, el tifón Yutu golpeó las islas de Saipan y Tinian, que se encuentran en el Pacífico central y son una comunidad de Estados Unidos. Desde que llegó ese mortal ciclón tropical, La Iglesia de Jesucristo ha donado más de $ 1 millón a la Cruz Roja para el alivio de desastres. Don Herring, director de desarrollo de la Cruz Roja Americana, declara: "La Cruz Roja se enorgullece de contar con El Programa de Ayuda Humanitaria de la Iglesia de Jesucristo como socio, ya que trabajamos juntos para brindar a las miles de personas el apoyo que tanto necesitan".
La Iglesia de Jesucristo, también se asoció con la Cruz Roja para prover de alimentos a los migrantes venezolanos en las fronteras de los paises vecinos. "Se han alimentado, en sociedad, a miles y miles de hermanos venezolanos en los últimos años, mediante este proyecto conjunto", aseguró así un lider internacional de La Iglesia de Jesucristo.