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Por Rachel Sterzer Gibson, Church News
Así como un teléfono inteligente debe estar conectado a una red para encontrar información de manera rápida y eficiente, “necesitamos conectarnos con nuestro Padre Celestial y Jesucristo para recibir guía del cielo, de modo que sobrevivamos en este mundo complejo en el que vivimos”, dijo el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
Aproximadamente 900 estudiantes y profesores del Ensign College se reunieron en el Teatro del Centro de Conferencias en el centro de Salt Lake City en una mañana de invierno helada pero brillante para recibir la enseñanza del élder Soares durante el devocional semanal del campus el martes, 21 de enero.
El élder Soares recordó a los oyentes que el Espíritu Santo es un don de Dios. “Al ser un conducto del poder del Señor en nuestra vida, el Espíritu Santo lleva a cabo una misión especial al bendecirnos e inspirarnos a todos como hijos de Dios. Si estamos conectados con Él, el Espíritu Santo puede revelarnos, y lo hará, lo que debemos hacer para permanecer en la senda de la felicidad en esta vida y progresar en ella a fin de heredar la vida eterna”.
Luego compartió cinco principios que debemos recordar mientras aprendemos a recibir y reconocer los susurros y la guía del Espíritu Santo.
1. Dios ama a Sus hijos y está ansioso por comunicarse.
“Nuestro Padre Celestial está lleno de una cantidad infinita y perfecta de amor santo, puro e indescriptible por cada uno de Sus hijos”, enseñó el élder Soares.
Dios se preocupa por el progreso ascendente de las personas. “Él sabe qué decisiones debemos tomar y qué acciones debemos llevar a cabo para que podamos cumplir con nuestro potencial divino como hijos e hijas de Dios. Más de lo que jamás podríamos imaginar, Él desea que alcancemos nuestro destino: regresar con honor a nuestro hogar celestial. Aunque somos imperfectos, Él nos ama perfectamente. Aunque nos sintamos perdidos, Su amor nos envuelve por completo. Él ha prometido que podemos acudir a Él en busca de ayuda y guía en cualquier momento”.
2. Esforzarse por estar preparados y ser dignos.
Para tener la compañía del Espíritu Santo, las personas deben ser dignas y estar limpias por medio de Jesucristo y Su sacrificio expiatorio, enseñó el élder Soares.
Si bien la obediencia a los mandamientos, la disposición a seguir la voluntad de Dios y las oraciones sinceras con fe abrirán a las personas a la revelación, el no esforzarse por vivir una vida limpia debilita los susurros del Espíritu.
“Quienes están haciendo todo lo posible por ser dignos y estar preparados para los susurros del Espíritu pueden disfrutar del don espiritual que puede ayudarnos a tener mayor comprensión, enriquecimiento y guía en todos los aspectos de la vida, tanto espirituales como temporales”, dijo el élder Soares, y agregó que las personas no tienen que ser perfectas para recibir guía.
“La dignidad es un proceso y la perfección es un viaje eterno”, dijo.
3. Aprender y comprender el lenguaje del Espíritu.
La experiencia de Oliver Cowdery, registrada en la sección 8 de Doctrina y Convenios, enseña que el Espíritu Santo se comunica con mayor frecuencia como un sentimiento. “Esos sentimientos son suaves”, señaló el élder Soares, y luego agregó: “Esa guía nos incitará a hacer el bien y siempre estará en armonía con las enseñanzas del evangelio de Jesucristo que se encuentran en las Sagradas Escrituras y en las palabras de los profetas vivientes”.
Al aprender el lenguaje del Espíritu, las personas deben estar atentas y no ignorar ni tomar a la ligera las impresiones que reciben, dijo.
4. La revelación llegará en el tiempo y a la manera del Señor.
Las personas no siempre reciben revelación en el momento o la manera que esperan. Sin embargo, “se espera que asumamos la responsabilidad al actuar de acuerdo con una decisión que esté en consonancia con las enseñanzas del Señor, incluso sin confirmación previa de Él. No debemos sentarnos a esperar pasivamente ni murmurar porque el Señor aún no ha hablado. El Señor espera que actuemos con fe, como lo hizo Nefi cuando trató de obtener las planchas de Labán, como se describe en 1 Nefi 4 en el Libro de Mormón”, dijo el élder Soares.
El Señor puede entonces confirmar la corrección de nuestras decisiones. “Si con confianza y fe comenzamos algo que no es correcto, el Señor en Su perfecta misericordia y amor nos lo hará saber antes de que hayamos ido demasiado lejos”, aseguró el élder Soares.
5. Esperar en el Señor.
El élder Soares explicó que en las Escrituras, la palabra “esperar” significa tener esperanza, anticipar y confiar. “La esperanza y la confianza en el Señor requieren fe, paciencia, humildad, mansedumbre, longanimidad, guardar los mandamientos y perseverar hasta el fin. Esperar en el Señor significa plantar la semilla de la fe y nutrirla con gran diligencia y paciencia”.
Esperar en el Señor significa estar dispuesto a hacer la voluntad de Dios. “En Su perfección y sabiduría, Dios sabe lo que está por delante y lo que es mejor para nosotros. Su voluntad, basada en la perspectiva divina, nos muestra un camino mejor, pero a menudo nos desafiará. En esto, como en todas las cosas, el Señor Jesucristo es nuestro ejemplo perfecto”.
Para concluir, el élder Soares declaró: “Mis queridos amigos, una vez más, así como nuestro teléfono inteligente necesita estar conectado a una red para realizar sus funciones correctamente, nuestro progreso eterno depende de cuán bien estemos conectados con nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo, así como de recibir la guía personal del Espíritu Santo. … Cuando creemos que Dios desea guiarnos por medio del Espíritu Santo, centramos nuestra vida en Jesucristo y buscamos fervientemente la ayuda del cielo, recibiremos la guía que necesitamos según la voluntad y el tiempo del Señor”.
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