El día de ayer, para cerrar el ciclo de su gira pública por nuestro país, el élder Dallin H. Oaks, acompañado por el presidente del área México, el élder Daniel Johnson; asistió una comida a la que estuvieron invitados académicos de diferentes sectores (algunos de ellos hoy funcionarios públicos); que han tenido la oportunidad de asistir, en alguna de sus ediciones, al Simposium de Ley y Religión de la Facultad de Derecho de BYU.
A la reunión asistió el Dr. Arturo Manuel Díaz de León, Director General de Asuntos Religiosos de la SEGOB; Ricardo López Pezcador, Director General del FIFONAFE; la Dra. Paola Carmona, Sectretaria Técnica del Instituto de la Judicatura Federal; Daniel Palafox, Director de Inmuebles Religiosos y Omar Aguilar, Director de Desincorporación de Inmuebles del INDAABIN;Francisco Javier Perroni, Coordinador de Asesores de la Presidencia del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y Dr. Efrén Chávez, Integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
El tema que ocupó esta reunión fue la ley de asociaciones religiosas y culto público en su aplicación en la vida social del país, así como temas de interés para las asociaciones religiosas. Particularmente, sobre la normatividad que una asociación religiosa está obligada a cumplir en términos de su patrimonio y el registro de sus ministros de culto. Se analizaron también temas como hasta dónde un ministro de culto puede participar en debates públicos sobre asuntos morales y que se discuten en foros legislativos. Esto en un ambiente de buena comunicación e intercambio académico.
El Apostol agradeció a los presentes su asistencia y, tal como lo hizo en sus reuniones anteriores, regaló a los presentes un ejemplar de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, postura oficial de la iglesia que enmarca los atributos e importancia de la vida familiar en la sociedad.
El apóstol Oaks es abogado de profesión, fue presidente de la Universidad Brigham Young de 1971 a 1980 y juez de la Suprema Corte de Utah desde 1980, hasta su renuncia en 1984 para aceptar su llamamiento al apostolado, desde entones ha hablado de libertad religiosa en más de 50 naciones.