Estimados hermanos y hermanas:
Los acontecimientos de los últimos días dan testimonio de que el mundo está conmocionado. Nuestro corazón y nuestras oraciones están con los que sufren y cuyas vidas se han visto afectadas. Como seguidores de Jesucristo, el Príncipe de Paz, anhelamos resolución, consuelo y paz en estos momentos.
Una de las misiones divinas de la Iglesia es cuidar de los necesitados. Nos sentimos agradecidos y asombrados al contemplar la generosidad de tantos de ustedes en toda el Área que se han puesto en contacto con nosotros para ofrecer apoyo. Todos los que sientan el deseo de servir y contribuir, están invitados a coordinar sus esfuerzos con su presidencia de estaca o, para proyectos de varias estacas, bajo el liderazgo del Setenta de Área de su jurisdicción. Tengan la seguridad de que los Servicios de Bienestar y Autosuficiencia a nivel de Área ya han identificado posibles proyectos de ayuda y continuarán observando los nuevos acontecimientos e identificando formas de proporcionar ayuda a los necesitados.
Estamos agradecidos por la bondad, la compasión y el amor genuinos que vemos y sentimos de tantas personas. También estamos agradecidos por las generosas donaciones a los fondos de ayuda humanitaria o de ofrendas de ayuno de la Iglesia que nos permiten ayudar a los necesitados.
Además de dar cabida a la ayuda temporal, invitamos a todos los miembros a participar en una jornada de oración y ayuno por la paz en todo el Área, el domingo 6 de marzo de 2022. Juntos, volveremos nuestro corazón y nuestra mente hacia aquellos que experimentan consternación y sufrimiento.
Con firmeza en Cristo, oramos para que, al permanecer unidos en el amor y en la fe, podamos marcar la diferencia en este mundo tan convulsionado. Asimismo, confiamos en que “el amor perfecto desecha todo temor” (Moroni 8:16). Confiamos en que, con la ayuda del Señor, elevaremos los corazones y las almas.
Testificamos que el evangelio de Jesucristo es la respuesta a los problemas, desafíos y preguntas de la vida, e invitamos a todas las personas de buena voluntad a acudir a Cristo. Testificamos que Él es el Salvador del mundo, la verdadera y única fuente de paz sempiterna.
Atentamente,
La Presidencia del Área Europa
Massimo De Feo
Erich W. Kopischke
Rubén V. Alliaud