A los jóvenes se les enseña que pueden lograr cualquier cosa que se propongan. Donde hay voluntad hay un camino. Si puedes soñarlo puedes hacerlo. Y cuando somos jóvenes, lo creemos. El mundo parece lleno de promesas y posibilidades.
Y luego, crecemos. Y la vida pasa, con todas sus desilusiones y duras realidades. Henry David Thoreau lo describió de esta manera: “El joven reúne sus materiales para construir un puente a la luna, o tal vez un palacio o templo en la tierra, y al final el hombre de mediana edad concluye construir un cobertizo de madera con ellos . "
Por supuesto, no hay nada de malo en una dosis de realismo, en conocer nuestras limitaciones y nuestras fortalezas. Pero, ¿qué pasa con ese puente a la luna? ¿Es el propósito de la vida hacernos entrar en razón, enseñarnos a reducir nuestras expectativas o frenar sueños nuestros? ¿Es esa alguna forma de vivir?
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
El poeta William Wordsworth, al describir lo que llamó sus "recuerdos de la primera infancia", habló de "una época en la que la pradera, la arboleda y el arroyo, la tierra y todos los paisajes comunes, me parecían revestidos de luz celestial ".
Wordsworth sugirió que los niños ven el mundo de esta manera no porque sean ingenuos o inexpertos, sino porque están más cerca de Dios, de nuestro hogar celestial:
“Un sueño y un olvido sólo es el nacimiento
El alma nuestra, la estrella de la vida,
En otra esfera ha sido constituida
Y procede de un lejano firmamento.
No viene el alma en completo olvido
Ni de todas las cosas despojada,
Pues al salir de Dios, que fue nuestra morada,
Con destellos celestiales se ha vestido.
La madre tierra se esfuerza afanosa
Porque el hombre, su criatura, su inquilino,
Olvide que nació en hogar divino
Y ha venido de una esfera más gloriosa.”
La experiencia en este mundo no necesariamente nos abre los ojos; en algunos casos, los nubla. No hay duda de que el mundo actual se cierra sobre nosotros y puede consumir nuestro pensamiento, inclinándonos hacia el pesimismo, incluso la desesperanza. Pero el cielo todavía se encuentra a nuestro alrededor, ¡si pudiéramos verlo! Venimos de reinos de gloria, y la gloria nos espera en el futuro, una gloria que podría hacer que incluso “un puente hacia la luna” parezca posible. El optimismo brillante y alegre no es solo para los jóvenes; es para cualquiera que esté dispuesto a levantar la vista y ver el futuro con esperanza.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)