Al final de una larga y complicada jornada, se le preguntó a un joven universitario cómo se sentía. En vez de referirse a su difícil clase de química o a sus muchas tareas, él habló de la hermosa puesta de sol que había visto de regreso a su casa. Lo mejor de su día había sido un momento de asombro.
Asombro es lo que sentimos al encontrar algo majestuoso que trasciende nuestra misma existencia, algo que nos libera de lo mundano y expande la forma como vemos la vida. Todos necesitamos esos momentos de maravilla que nos calman, amplían nuestras perspectivas y elevan nuestra actitud.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Según un reciente estudio, tales experiencias nos benefician de múltiples modos, desde gozar una salud más fuerte hasta mejorar nuestras relaciones. Nos hacen más prestos a extender una mano de ayuda y a compartir, y menos interesados en la remuneración material por el bien que hacemos.
Parece haber algo en esos momentos de asombro que pone la vida en perspectiva y nos inspira a confiar en los demás y a conectarnos mejor con ellos. Esas experiencias nos empequeñecen pero al mismo tiempo despiertan el deseo de trasponer los límites de nuestro círculo privado y acoger a toda la humanidad.
Y lo mejor de todo es que este mundo está lleno de “experiencias asombrosas” a nuestro alrededor y todo lo que tenemos que hacer es buscarlas. Tal vez alcance con dar un paseo y observar lo bello de la naturaleza, o detenernos a disfrutar un cielo estrellado o un hermoso amanecer; ver cómo se divierten los nietos en un parque infantil o presenciar la maravilla del nacimiento de un bebé; escuchar música inspiradora, ver o leer algo que nos eleve —todas esas cosas, pueden despertar asombro.
Si dedicamos tiempo a buscar esos momentos, a valorar algo magnífico, a contemplar algo más trascendental que uno mismo, quizá nos sorprendamos al ver que nuestra vida es más plena y está más colmada de momentos de asombro de lo que jamás habíamos imaginado.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)