Autocontrol, libertad, y ley

Por más de 40 años, Richard L. Evans fue el escritor y la voz de Música y Palabras de Inspiración. En 1956, dio un mensaje que tiene tanta vigencia hoy como entonces. Empezó citando una estrofa de un conocido himno patriótico estadounidense, que invita a preservar los principios del autocontrol, la libertad y la ley, y después declaró:

“Estos principios son básicos para la vida, y para los planes y propósitos eternos del Señor. Pero a veces parece que recordamos más la autonomía que el autocontrol, y la libertad más que la ley.

“Al convivir como seres humanos en un mundo en el que estamos cada vez más cerca físicamente, siempre debemos preservar el autocontrol, y en todo momento, debemos vivir dentro de los confines de la ley para gozar la libertad. Siempre debemos tener en cuenta los derechos, los privilegios, la comodidad, y la conveniencia de los demás, comprendiendo que no tenemos el derecho de hacer, de tomar, o de irresponsablemente decir lo que queramos, ni de contaminar el ambiente moral, o el agua que otros beben, el aire que otros respiran, la paz que otros gozan, ni su merecida privacidad, o de vivir como se nos ocurra. Debemos ser considerados. El autocontrol dentro de la ley es la única salvaguarda de la libertad; y no solo la existencia de la ley, sino el respeto por ella, tanto las leyes de Dios como las del hombre.

“El renombrado cinematógrafo Cecil DeMille dijo esto sobre las leyes y la libertad, ´Somos muy propensos a concebir la ley como un mecanismo meramente restrictivo que nos aprisiona. A veces pensamos que la ley es lo opuesto a la libertad, pero esa es una noción falsa. Dios no se contradice a Sí mismo; Él no nos creó para después hacer pesar sobre nosotros una serie de reglas arbitrarias, fastidiosas y restrictivas. Dios nos hizo libres y después nos dio los mandamientos para mantenernos libres´.

“A tal magnífica declaración agregamos que la mayor amenaza a la libertad es la carencia de leyes, mientras que la seguridad más grande de libertad es el respeto por la ley. Preservemos los principios del autocontrol, de la libertad y de la ley”.