Nota de prensa

Cómo establecer metas rectas y realistas

Estos tres principios pueden ayudarlo a trabajar en pos de sus deseos justos por medio de Jesucristo

Por Mabel Teerlink

Revistas de la Iglesia

El comienzo de un nuevo año es un momento natural para buscar un nuevo comienzo y establecer metas. Sin embargo, a veces los problemas familiares, las dolencias físicas, las dificultades mentales u otros desafíos hacen que sea difícil lograr nuestras metas.

Frente a esos obstáculos, Jesucristo hace posible que “ha[gamos] muchas cosas de [nuestra] propia voluntad y efectu[emos] mucha justicia” (Doctrina y Convenios 58:27). En esta época de renovación, estos tres principios pueden ayudarlo a establecer metas rectas por medio de Cristo.

1. Acuda a Cristo

En momentos de dificultad, es posible que se pregunte si vale la pena establecer metas o incluso si es posible alcanzarlas. El profeta Mormón hizo una pregunta similar: “¿Cómo es posible que os aferréis a todo lo bueno?” (Moroni 7:20). Luego explicó cómo las personas a lo largo del tiempo han ejercido “fe en Cristo; y así, por medio de la fe, se aferraron a todo lo bueno” (Moroni 7:25).

Por medio de la fe en Cristo, podemos hacer y obtener cosas buenas. Su poder, Su amor y Sus enseñanzas nos permiten cumplir nuestros deseos justos.

2. Dé pasos pequeños y sencillos

En el Libro de Mormón aprendemos que “por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas” (Alma 37:6). Esta enseñanza puede hacer que nuestras metas parezcan menos desalentadoras y más factibles. Dios a veces obra “por medios muy pequeños” (Alma 37:7) y nos da Su palabra “línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí” (2 Nefi 28:30).

3. Siga adelante

Si su progreso es lento o tropieza en el camino, no se desanime. Nefi nos indicó que debemos “seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza” (2 Nefi 31:20). Jesucristo está listo para levantarlo y ayudarlo a intentarlo de nuevo.

El cielo se regocija por cada esfuerzo que hagamos por lograr nuestras metas, por imperfecto que este sea.

El Padre Celestial conoce sus deseos y sus desafíos. Él puede guiarlo y ayudarlo en sus metas justas. Ore a Él y Él consagrará lo que logre, por pequeño que sea, “para el beneficio de [su] alm[a]” (2 Nefi 32:9).

Fuente: Revista Liahona de enero 2025

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