El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo ha ganado numerosos premios y ha cautivado a audiencias de todo el mundo. Está patrocinado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Cinco europeos han sido seleccionados para cantar con el Coro en Salt Lake City, Utah (EE. UU.) Cantarán en la conferencia general de la Iglesia, que se celebrará los días 5 y 6 de octubre de 2024.
Los participantes son Christian Wolfert y Florence C. Meissner-Adamer de Alemania, Elise Gauthier de Austria y Francia, Laura Echarri Hermoso de España y Nicolas Watbled de Francia.
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Debido al riguroso programa de ensayos del Coro del Tabernáculo, se requiere que los miembros del Coro vivan cerca de Salt Lake City, pero en 2023 comenzó un nuevo programa de participantes de todo el mundo que incluye a cantantes que viven fuera de los Estados Unidos. Desde entonces, el programa ha continuado, dando la bienvenida a más participantes de todo el mundo en cada conferencia general. Esto abre la puerta para que otras personas con habilidades musicales excepcionales también participen de manera temporal, permitiendo que el Coro esté representado por cantantes de todo el mundo.
Cuando Christian Wolfert, natural de Stadthagen y ahora residente en Frankfurt (Alemania), tenía siete años, estaba tarareando en una clase en la Iglesia y su maestro dijo: “¿Quién está tarareando mal al fondo?”. Esto se debía a que ya cantaba una octava por debajo de los otros niños. Eso no detuvo a Wolfert, que continuó cantando en coros escolares y de la Iglesia. El dijo: “Agradezco a las muchas personas que fomentaron mi desarrollo como cantante; aparentemente tenía una voz fuerte, pero necesitaba afinarla para dar con las notas adecuadas”. Cuando era joven, Wolfert ayudó a crear un coro con sus compañeros que recorrió Europa, compuesto por cantantes de Alemania, Suiza, Noruega y Dinamarca, que interpretaba un repertorio religioso. Él afirmó que “sentir el Espíritu significa conectarse con lo divino y sentir el amor de Dios, y cantar me ayuda a conseguirlo. Espero que todos sientan que Dios los ama al escuchar”.
Los invitados a la audición para el Coro debían enviar una grabación, realizar una entrevista en línea y una audición técnica. El último requisito era una audición en línea en directo de quince minutos con el ayudante del director del Coro del Tabernáculo, Ryan Murphy, y Cherilyn Worthen, directora de la Escuela del Coro en el Coro del Tabernáculo. “¡Posiblemente fueron los quince minutos más angustiosos de mi vida!”, explicó Wolfert.
Nacida en Alemania y criada en Viena (Austria), Florence C. Meissner-Adamer ha recibido formación musical desde temprana edad. Además de su amor por la música, está cursando el último año de medicina en la Universidad de Tubinga (Alemania).
“Creo que subestimamos la música. Es una clave muy poderosa para el cuerpo y el alma. La música es sanadora”, comentó. Cuando Meissner-Adamer fue seleccionada para formar parte del Coro en el marco del programa de participantes de todo el mundo, declaró: “Debido a mis intensos y exigentes estudios de medicina, no he tenido mucho tiempo para dedicarme a la música en la misma medida, pero aun así, cuando surge la necesidad urgente de un respiro, la música aporta equilibrio a mi vida. Como parte del programa de participantes de todo el mundo, siento como si me hubieran devuelto algo”.
Con respecto a esta oportunidad, Meissner-Adamer expresó su emoción: “Estaba muy complacida con esta cálida invitación a interactuar con miembros de diferentes partes del mundo con formación musical. Es algo muy, muy especial. Me siento muy honrada de ser representante de Jesucristo en el mundo a través de la música”.
Elise Gauthier también está encantada de tener esta oportunidad única de cantar con el Coro. Nacida en Francia, empezó a estudiar música a los seis años, comenzando con el violín y luego con el piano. A los doce años, pasó a la viola y comenzó a cantar con el coro de su conservatorio en Brive la Gaillarde (Francia). Al describir su amor por la música, Gauthier dijo que “la música nos permite expresar lo que es inexpresable solo con palabras, porque es simplemente demasiado grande”.
En la universidad, Gauthier estudió historia, literatura y lingüística inglesa y americana, obteniendo una licenciatura y una maestría. Sin embargo, continuó estudiando música de forma paralela porque siempre le ha apasionado. Después de graduarse, decidió mudarse a Viena (Austria), para aprovechar el ambiente musical y los conocimientos disponibles allí. Gauthier manifestó que “la música siempre ha sido muy espiritual para mí y me siento muy bendecida y amada al tener esta oportunidad de cantar con el Coro del Tabernáculo”.
El objetivo del Coro es llegar a todo el mundo para brindar paz y sanación. La declaración de la misión del Coro dice: “El Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo interpreta música que inspira a las personas de todo el mundo a acercarse más a lo divino y sentir el amor que Dios tiene por Sus hijos”.
La música ha sido muy importante en la vida de Laura Echarri Hermoso, de Pamplona, España, desde que era muy pequeña. A sus padres siempre les ha gustado la música y ella disfrutaba cantando con su padre y sus hermanos.
Hace unos meses, Echarri estaba pensando en unirse a un coro, pero pensaba que no podía dedicarle tiempo debido a su trabajo, sus estudios y otras prioridades. Aunque disfrutaba dirigiendo coros en la Iglesia, sentía la necesidad de cantar con otras personas. Echarri compartió: “Después de haber expresado mis sentimientos al Señor, una semana después me contactaron para hacer la audición para el Coro del Tabernáculo”. De esta experiencia dijo: “¡El hecho de tener esta oportunidad fue un milagro! Lloré mucho, y no sabía si sería elegida, pero sentí que mi oración había sido contestada. El Padre Celestial siempre está pendiente de nuestros sentimientos y de nuestros deseos más profundos”.
Estos participantes de todo el mundo viajaron a Salt Lake City hace dos semanas para comenzar a practicar con el Coro. Además de su participación, cada uno de ellos recibe un llamamiento de ser embajador de la Iglesia y compartir su buena voluntad y fe a través de la música. Los participantes de todo el mundo hablan diferentes idiomas y tienen diferentes circunstancias vitales, pero comparten la pasión por la música y el deseo de compartirla con los demás.