Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Cada 24 de junio, Bolivia celebra la tradicional Fiesta de San Juan Bautista, una de las manifestaciones culturales más arraigadas del calendario popular. Esta festividad ha sabido combinar elementos religiosos, históricos y sociales a lo largo del tiempo. Marcando el solsticio de invierno en el hemisferio sur, la fiesta ha sido reinterpretada por las comunidades bolivianas con un enfoque más consciente del cuidado ambiental y la salud pública.
Los orígenes de la celebración se remontan a la tradición hispánica medieval, donde San Juan era honrado con hogueras encendidas durante la noche más corta del año, símbolo de purificación y renovación espiritual. Esta costumbre fue traída por los colonizadores españoles e integrada a las prácticas culturales de las comunidades indígenas, dando lugar a una fusión rica en ritos religiosos y expresiones populares.
En Bolivia, la noche de San Juan estuvo marcada durante décadas por fogatas, consumo de embutidos, fuegos artificiales y reuniones familiares. En los últimos años, sin embargo, autoridades nacionales y locales han impulsado campañas para eliminar las fogatas y reducir la contaminación, alineadas con políticas medioambientales como la Ley N.° 1333. La población ha respondido adoptando nuevas formas de celebración, como festivales culturales, ferias gastronómicas saludables y actividades deportivas nocturnas.
La fiesta de San Juan sigue siendo una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y expresar la identidad cultural boliviana, al tiempo que invita a reflexionar sobre el cuidado del entorno y el valor de las tradiciones vivas. “San Juan es parte de nuestra herencia, pero también de nuestro presente sostenible”, declaró un representante municipal en El Alto durante una jornada sin humo.