Aunque nuestras circunstancias puedan ser diferentes, nuestros corazones no lo son. Por esa razón, hay ciertos mensajes que todos los hijos de Dios necesitan escuchar. Me gustaría compartir con ustedes cinco de estos mensajes: verdades y consejos que son para todos nosotros.
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1. Avancen hacia la luz
Todos necesitamos la luz de Dios en nuestra vida, y sin embargo, todos tenemos períodos de tiempo en los que nos sentimos en tinieblas.
Cuando lleguen esos momentos, podemos estar seguros de que Dios, al igual que el sol, siempre está allí. Cuando inclinamos nuestro corazón hacia Él, Él nos abraza y llena nuestra alma de calidez, conocimiento y guía.
2. Son mejores de lo que creen
El Señor a menudo logra más éxito con aquellos que se sienten menos exitosos. Él tomó a un joven pastor y lo hizo poderoso para matar a un gigante imponente y guiar a una nación incipiente a la grandeza (véase 1 Samuel 17).
Quizás todos nos veamos a nosotros mismos como un poco menos de lo que somos. Indignos. Sin talento. Nada especial. Sentimos que nos falta el corazón, la mente, los recursos, el carisma o la estatura para ser de provecho para Dios.
3. Aprendan a amar a Dios y a amarse unos a otros
Cuando un fariseo le preguntó a Jesús cuál era el mayor de los mandamientos, el Salvador estableció de una vez por todas cuáles deberían ser nuestras prioridades individuales y como Iglesia:
- Amar a Dios (véase Mateo 22:37).
- Amar al prójimo (véase Mateo 22:39; véanse también los versículos 34–40).
Ese es el centro del Evangelio. Ese debería ser el centro de todo esfuerzo como Iglesia y como discípulos de Jesucristo.
4. El conflicto es inevitable; la contención es una elección
A veces pensamos en lo agradable que sería la vida si tan solo no tuviéramos tanta oposición.
El conflicto es inevitable; es una condición de la vida terrenal; es parte de nuestra prueba.
Sin embargo, la contención es una elección. Es una de las maneras en que las personas deciden responder a un conflicto, y podemos escoger una manera mejor.
No podemos forzar a nadie a cambiar, pero podemos amarlos. Podemos ser un ejemplo de lo que significa el evangelio restaurado de Jesucristo, y podemos invitar a todos a venir y a pertenecer.
5. Nuestro Padre Celestial es un Dios de nuevos comienzos
Mientras los mortales vivamos en este maravilloso y hermoso planeta, cometeremos errores. Eso no es ninguna sorpresa para Dios.
Si lo deseamos con todo nuestro corazón, Dios nos guiará a lo largo de esta vida terrenal y esperará con los brazos abiertos para abrazarnos en la resurrección.
No importa cuáles sean nuestras imperfecciones, no importa cuáles sean nuestros defectos, Dios puede sanarnos, inspirarnos y limpiarnos.
Ruego que encuentren esperanza, fortaleza y gozo en su trayecto, que puedan encontrar a Dios y amarlo con todo su corazón conforme se esfuerzan por bendecir la vida de los demás.
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