La presidenta Camille N. Johnson dijo que siempre se ha sentido como en casa y con mujeres de ideas afines en la Sociedad de Socorro.
“Como mujeres del convenio de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, compartimos un objetivo — regresar a nuestro hogar celestial. Las hermanas de la Sociedad de Socorro aprovechan su diversidad de edad, talento, cultura y experiencia para ayudarse unas a otras a regresar a la presencia de Dios. Lo que nos une es nuestro objetivo común y propósito divino como hijas del convenio de Dios y discípulas de Jesucristo. Nuestro discipulado se manifiesta en el alivio que brindamos a medida que nos ayudamos unos a otros a progresar en la senda de los convenios”, dijo la presidenta Johnson.
“He disfrutado de la hermandad con mujeres, jóvenes y mayores, y con aquellas con experiencias de vida muy diferentes a las mías”, dijo la presidenta Johnson sobre la Sociedad de Socorro, incluyendo más de 30 años en un barrio familiar y mientras servía en Perú. “Me encanta la vitalidad y la sabiduría de las mujeres de la Sociedad de Socorro”.
La presidenta Johnson fue sostenida como Presidenta General de la Sociedad de Socorro en la Conferencia General de abril de 2022 y comenzará a ocupar ese cargo el 1 de agosto. Se ha desempeñado como presidenta general de la Primaria durante el último año.
Uno de sus llamamientos favoritos ha sido enseñar en la Sociedad de Socorro.
“Me encantó la oportunidad de involucrar a las hermanas y ser enseñadas por el Espíritu y por las demás durante esa hora sagrada en la Sociedad de Socorro. Es allí donde hablamos de Cristo y nos regocijamos en Cristo y abordamos los asuntos del corazón”, dijo la presidenta Johnson.
Y fue durante esas lecciones, cuando las mujeres compartían sus experiencias personales, que sintió un parentesco con ellas. “Nuestros corazones estaban ‘unidos en unidad y amor’”.
Mientras ella y su esposo, el hermano Douglas R. Johnson, estaban dirigiendo la Misión Perú Arequipa, observó que las mujeres se brindaban alivio unas a otras — con pequeños y sencillos gestos levantaban el ánimo de aquellas cuyos corazones estaban apesadumbrados. Cantaron juntas, comieron juntas, bailaron y se escucharon unas a otras.
“Mis hermanas peruanas encontraron alegría y felicidad aliviando el sufrimiento de las demás”.
Sirviendo en casa y juntas
Camille Neddo nació en septiembre de 1963, hija de Hal y Dorothy Neddo en Pocatello, Idaho. Ha vivido en Idaho; Alemania, mientras su padre sirvió en el ejército de los Estados Unidos; Texas; Utah; Washington, D.C., donde trabajó para el representante estadounidense Ron Packard de California; y Perú. Utah es su “hogar”.
Tenía 9 años cuando ella y sus padres se mudaron de Pocatello, Idaho, a Dallas. Tenía 12 años cuando se mudaron a Salt Lake City.
La presidenta Johnson ha sido bendecida por el ejemplo de sus padres.
Su difunto padre era una “persona sociable con un don único”.
“Él expresó su confianza en la gente, y su confianza expresada les infundió confianza en sí mismos. Él estaba sinceramente interesado en los demás y era un experto en ministrar al uno”, dijo la presidenta Johnson. “Mi mamá ha seguido el consejo que el Señor le dio a Emma Smith, tal como está registrado en Doctrina y Convenios 25 — explicando las Escrituras, enseñando, testificando, elevando el corazón y adhiriéndose a los convenios del templo. Las canciones de su corazón, cantadas con su voz más hermosa, son oraciones al Señor”.
La presidenta Johnson conoció a su esposo, Douglas R. Johnson, cuando ella cursaba su primer año en la facultad de derecho y se casaron el 31 de julio de 1987 en el Templo de Salt Lake. Tienen tres hijos y cinco nietos.
Se graduó de la Universidad de Utah con una licenciatura en inglés en 1985 y de la Facultad de Derecho S. J. Quinney de la Universidad de Utah en 1989. Ejerció la abogacía durante casi 30 años como socia en el bufete de abogados de Salt Lake City Snow, Christensen & Martineau, donde se desempeñaba como presidenta de la firma en el momento de su llamamiento para servir como presidenta general de la Primaria.
Ella equilibró la familia, las responsabilidades de la Iglesia y su vida profesional al establecer prioridades claras.
“La familia siempre fue y es mi prioridad”, dijo la presidenta Johnson. Ella y el hermano Johnson criaron a sus tres hijos en el evangelio de Jesucristo. “Trabajamos duro. Aceptamos llamamientos y servimos fielmente. Nos amábamos. Y navegamos las tormentas de la vida juntos como familia”.
El hermano Johnson dijo que siempre sintió su apoyo. “¡Y nuestros hijos siempre supieron que eran los N°1!” dijo el hermano Johnson.
En la década de 2009 a 2019 cada miembro de su familia usó una placa de misionero y sirvió como representante de Jesucristo. Su hijo mayor cumplió su misión en Samoa; el hijo del medio en la Misión Ecuador Guayaquil Oeste; y su hijo menor en Milán, Italia, al mismo tiempo que la presidenta y el hermano Johnson servían como líderes de misión en la Misión Perú Arequipa (en inglés).
“Todos nosotros fuimos bendecidos con una mayor capacidad para amar. Cada uno de nosotros, Doug, mis hijos y yo, todos amamos con una plenitud de corazón que nunca habíamos experimentado antes de nuestro servicio misional. Amamos a esa querida gente de Samoa, Ecuador, Italia y Perú. Fue un amor nacido de nuestro compromiso y amor por Jesucristo”, dijo ella.
La presidenta Johnson dijo que ha visto las oportunidades de servir como un privilegio sagrado y una bendición.
Ella también prestó servicio como presidenta de las Mujeres Jóvenes de barrio, maestra de Doctrina del Evangelio y como miembro de las presidencias de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria de barrio. Ella y su esposo fueron líderes de la Misión Perú Arequipa del 2016 al 2019.
“Servir en el reino de Dios ha moldeado y bendecido nuestras vidas de manera inconmensurable. Ruego que nuestros hijos sigan buscando oportunidades para aceptar la invitación del Salvador y ‘vayan y hagan lo mismo’”, dijo.
‘Verdades sencillas del Evangelio’
En su desempeño como presidenta general de la Primaria, la presidenta Johnson y sus consejeras se han centrado en ayudar a los niños a prepararse para hacer y guardar convenios sagrados. Esa preparación se lleva a cabo en el hogar y en la Primaria.
“Hemos pasado tiempo pensando, orando, meditando y asesorando sobre cómo enseñar a nuestros hijos sobre la senda de los convenios de Jesucristo — en particular la importancia y el significado de su bautismo y confirmación como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, dijo ella.
“Y queremos que los niños conozcan el gozo y la bendición que es tener la compañía constante del Espíritu Santo y que reconozcan y entiendan cómo el Espíritu Santo se comunica con ellos de manera personal”.
Las líderes de la Primaria también han trabajado para “ayudar a nuestros hijos a comprender el poder y la autoridad del sacerdocio disponibles para los niños y las niñas y las bendiciones de las ordenanzas y los convenios del templo”, dijo ella.
“Todo es parte de nuestra senda de los convenios. Esa senda de los convenios de Jesucristo, y para Jesucristo, es de igual importancia para las hermanas de la Sociedad de Socorro. Creo que mi experiencia en la Primaria me ha ayudado a concentrarme en estas verdades sencillas del Evangelio”, dijo la presidenta Johnson.
Lo que se necesita para entrar en la senda de los convenios y permanecer en la senda de los convenios es algo que el presidente Russell M. Nelson ha enseñado en la conferencia general.
“Hemos pensado mucho y orado mucho sobre cómo podríamos enseñar acerca de la senda de los convenios, de una manera sencilla, a los niños de la Primaria. Creo que ahora entiendo mejor cómo enseñar y testificar que somos ‘hijos del convenio’. Espero comunicar eso a las hermanas del mundo, y hacerlo acompañado de mi testimonio de nuestro Salvador Jesucristo”, dijo la presidenta Johnson.
Mientras servía con sus consejeras, la hermana Susan H. Porter y la hermana Amy A. Wright, quienes continuarán sirviendo en la Primaria como presidenta general y primera consejera, respectivamente, la presidenta Johnson dijo que sintieron la influencia guiadora del Salvador a través del Espíritu Santo mientras aconsejaban y oraban por los niños de la Iglesia.
“Amo a los niños. Siempre amaré a los niños”, dijo.
Enseñando, testificando y ministrando juntas
Cuando ella comenzó a prestar servicio en la Primaria, sintió que necesitaba aprender tanto como pudiera de la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Jean B. Bingham. Ellas han podido enseñar, testificar y ministrar juntas, virtualmente en las áreas de Asia y África del Sur, y en persona en Nauvoo, Illinois.
Nauvoo fue donde la Sociedad de Socorro fue organizada por primera vez en una habitación del piso superior de la Tienda de ladrillos rojos. Mientras estaban allí para ayudar a capacitar a los líderes de la Sociedad de Socorro y de la Primaria del área, la presidenta Bingham y la presidenta Johnson visitaron la Tienda de ladrillos rojos y varias casas históricas, incluyendo la casa de Sarah Granger Kimball, donde los primeros santos se reunieron para prepararse y apoyar la construcción del Templo de Nauvoo.
“Tuve algunos sentimientos muy tiernos y conmovedores acerca de la Sociedad de Socorro mientras estuvimos allí”, dijo.
Ella y la presidenta Bingham se reúnen en consejo regularmente sobre temas que afectan tanto a los niños de la Primaria como a sus familias.
Por ahora, la presidenta Johnson continúa sirviendo en la Primaria y se prepara para servir en la Sociedad de Socorro y será apartada a finales de este verano.
“Estoy segura, debido a mi experiencia en la Primaria, que cuando llegue el momento, el Señor me bendecirá para saber qué es lo que necesitan las hermanas y a quién y de qué recurrir para atender sus necesidades”, dijo ella.
De sus nuevas consejeras, la hermana J. Anette Dennis y la hermana Kristin M. Yee, la presidenta Johnson dijo que está “absolutamente segura de que el Señor quería que las llamara como mis consejeras en este tiempo”.
“Cada una aporta un conocimiento único y abundante de experiencia a la Sociedad de Socorro. Son mujeres consagradas que aman al Señor y aman a sus hermanas del convenio”, dijo.
Durante una entrevista con Church News poco después de su llamamiento como presidenta general de la Primaria, la presidenta Johnson habló sobre su fe en Jesucristo para guiar su camino mientras ella sirve. “Y ahora, seguiré confiando en el Señor con todo mi corazón y dejaré que Él dirija mi camino. Él es el autor y consumador de mi fe y de mi historia”.
Información biográfica
Familia: Nacida el 12 de septiembre de 1963, en Pocatello, Idaho; hija de Hal y Dorothy Neddo; se casó con Douglas R. Johnson el 31 de julio de 1987, en el Templo de Salt Lake City. Tienen tres hijos.
Educación: Graduada de la Universidad de Utah con una licenciatura en inglés en 1985 y un título en derecho en 1989.
Empleo: Ejerció la abogacía durante casi 30 años como socia en el bufete de abogados Snow, Christensen & Martineau de Salt Lake City, donde fue presidenta del bufete en el momento de su llamamiento a la presidencia general de la Primaria.
Servicio en la Iglesia: Sirvió como presidenta general de la Primaria, presidenta de las Mujeres Jóvenes de barrio, maestra de Doctrina del Evangelio y miembro de las presidencias de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria de barrio. Sirvió con su esposo como líderes de la Misión Perú Arequipa del 2016 al 2019.