Por Claire Kennedy
Hace unos años, me arrodillé a orar por primera vez en mi vida. Ese mismo día había tenido mi primera reunión con los misioneros, que compartieron el mensaje de la restauración del evangelio de Jesucristo y me dieron un Libro de Mormón.
Ante la primera oportunidad que tuve de hacerle a mi Padre Celestial cualquier pregunta, no le pregunté si algo de lo que había oído o leído era verdadero. Tampoco le pregunté sobre los rumores confusos e inquietantes que había escuchado sobre la Iglesia y que provenían de la cultura popular.
Por el contrario, supliqué al Padre Celestial que me bendijera con el deseo de saber que lo que los misioneros me decían era verdad.
Por medio de esa oración, fui guiada a la verdad: que el Evangelio y la Iglesia de Jesucristo realmente habían sido restaurados sobre la tierra de nuevo.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Profundizar la fe
El presidente Russell M. Nelson describió la fe como “el poder más grandioso que tenemos a nuestro alcance en esta vida”. Independientemente de cuándo nos hayamos unido a la Iglesia de Jesucristo, es probable que hayamos tenido preguntas o indicios de dudas que hayan interferido en nuestra capacidad de lograr acceso a ese poder de la fe que describió el presidente Nelson.
No obstante, las preguntas no tienen por qué limitar nuestra fe. Las preguntas pueden convertirse en maravillosos componentes espirituales que fortalezcan nuestro testimonio si los aceptamos como oportunidades de profundizar y ejercer nuestra fe.
Estos son cinco pasos que me han ayudado a conceder a la fe el beneficio de la duda cuando he tenido preguntas:
1. Todo comienza con tener el deseo
2. Comprende tu identidad
3. Ten paciencia
4. Da poder a la fe, no a las dudas
5. Elige creer
Tenga la disposición a dejar que Él le guíe. Tal vez tenga que esperar las respuestas o aceptar respuestas del Padre Celestial que no sean del todo lo que esperaba, pero independientemente de dónde se encuentre en tu trayectoria de fe, el Padre Celestial le guiará y le brindará gozo a medida que siga escogiendo creer.