Hermanas Sociedad de Socorro
Hermanas de Barbados, reunidas en la Conferencia Anual de la Sociedad de Socorro.© 2024 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.La conferencia se llevó a cabo en el Centro del Distrito de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Christ Church, centrándose en los templos y contando con hermosas imágenes de templos de diferentes partes del mundo colgadas en las paredes de la capilla donde se reunieron las hermanas.
Presidiendo en la reunión estuvo el recién llamado Presidente del Distrito, Owen Waldron. La Hermana Margaret Haynes, Segunda Consejera en la Sociedad de Socorro del Distrito, habló sobre sus experiencias personales en los templos y la necesidad de reconectarse con la Deidad tan a menudo como sea posible. También enfatizó la historia familiar y la realización del trabajo del templo por nuestros ancestros.
La Hermana Riley Zimmerman, Primera Consejera en la Sociedad de Socorro de la Rama de Oistins, planteó la pregunta "¿Por qué el Templo?" Explicó que el trabajo en el templo era el propósito de nuestro viaje mortal. Agregó que "Cristo nunca nos deja en el mismo lugar" y citó la enseñanza del Élder Ulisses S. Soares de que "Llevamos el templo con nosotros" mientras servimos.
La Hermana Zariah Inniss, Presidenta de la Sociedad de Socorro de Oistins, hizo referencia al Élder Patrick Kearon, del Quórum de los Doce Apóstoles, y su discurso de la Conferencia de abril de 2024 preguntando: "¿Qué significan mis convenios para mí?" Venimos a Cristo individualmente, dijo, pero al hacer y mantener convenios sagrados, nos sellamos los unos a los otros y al Padre Celestial.
Por la tarde, después de un ligero refrigerio, se llevó a cabo una discusión general sobre El Camino del Convenio. La interacción fue muy informativa y edificante, ya que las hermanas compartieron anécdotas y escrituras enseñando que Dios nunca nos pide que hagamos nada solos.
El Presidente del Distrito, Owen Waldron, en sus palabras de clausura, compartió su amor y admiración por todas las hermanas y reforzó la necesidad de que todos vayan al templo tan pronto como sea posible y tan a menudo como sea posible. El evento terminó con una maravillosa sensación de amor y reconocimiento de que todos somos hijos de un amoroso Padre Celestial.