Edimburgo ha sido la capital de Escocia desde el siglo XV. Es conocida por su rica historia y cultura. Pero la mayoría de la gente lo conoce mejor por el Castillo de Edimburgo, el punto focal de la ciudad y un símbolo querido de la hermosa Escocia.
Aquellos que construyeron el castillo hace siglos no podrían haber elegido un lugar mejor para esta formidable fortaleza. Se eleva majestuosamente desde una masa de roca volcánica, conocida como Castle Rock. Con acantilados escarpados al norte y al sur y un empinado ascenso desde el oeste, Castle Rock es imponente para los invasores, además de proporcionar una base sólida como una roca. Con el tiempo, el Castillo de Edimburgo ha servido como residencia real, fortaleza militar, monumento y museo. Sigue siendo una parte preciada del patrimonio nacional de Escocia.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Escocia ha experimentado muchos cambios a lo largo de los siglos: temporadas de conflictos y tormentas, temporadas de paz y prosperidad. Pero desde al menos el siglo XII, Escocia nunca ha visto un momento en el que no haya un castillo en pie sobre esta roca en Edimburgo. El castillo ha sido firme e inamovible porque Castle Rock también es firme e inamovible.
Mucho antes de que se construyera el Castillo de Edimburgo, en otra tierra y en otro tiempo, Jesús enseñó a sus seguidores acerca de los cimientos firmes. Compartió la verdad eterna y luego explicó:
"A cualquiera que oiga estas palabras mías y las ponga, le compararé a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
"Y descendió la lluvia, y vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa; Y no cayó, porque estaba fundada sobre una roca.
"Y todo el que oyere estas palabras mías, y no las hiciere, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena;
"Y descendió la lluvia, y vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su ruina" (Mateo 7:24-27).
En nuestro mundo moderno y sofisticado, la arena es fácil de conseguir. Lo temporal, lo hueco, lo superficial está fácilmente disponible. Pero si queremos construir una vida con sentido, si queremos paz y gozo eternos, buscamos un fundamento eterno. Nos esforzamos por aprender la verdad, vivirla y asentarnos en la roca de nuestro Redentor.
Hace mucho tiempo, el Castillo de Edimburgo fue construido sobre una roca, y todavía está en pie. Entonces como ahora, los sabios construyen su casa sobre una roca.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)