Comentario

Construyendo un Templo Mormón

Una reseña del proceso de construcción de un Templo Mormón

Después de 25 años en el trabajo, el siderúrgico Lec Holmes es un experto en su campo. Pero a medida que ayuda en la construcción del segundo templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Provo, Utah, admite que "no es como un trabajo de [construcción] típico. "No es típico, debido a sus techos inclinados y empinados (él está acostumbrado a edificios cuadrados con techos planos). No es típico por la unidad entre las diferentes partes implicadas en la construcción ("todo el mundo se lleva bien", dice él). No es típico porque los templos mormones están construidos con las más altos estándares (señala que los trabajadores en Provo son "más conscientes de la calidad del trabajo que se hace aquí ").

De hecho, para los que viven cerca de ellos, los templos ya construidos de la Iglesia son estructuras "bellas", destinados a durar cientos de años gracias a sus materiales de alta calidad y rigurosos estándares de construcción.

Este documento explica el proceso de construcción de un templo Mormón de principio a fin. Esto demuestra que la creación de estas estructuras sagradas es muy similar a la construcción de cualquier otro edificio (los líderes identifican una necesidad y seleccionan un lugar, los arquitectos diseñan y los contratistas construyen), pero también es único en muchos sentidos debido al rol tan significativo que juegan los templos en la teología de los Santos de los Últimos Días.

Financiación, identificación de una necesidad y elección de un Lugar

En primer lugar, es importante señalar que los templos mormones se construyen con fondos de la Iglesia reservados para ese fin y que la Iglesia paga los costos sin una hipoteca u otro financiamiento. “Por más de 100 años hemos tenido una práctica en la Iglesia en la que no pedimos préstamos o ponemos hipotecas sobre propiedades para construir templos”, dice el élder William R. Walker, director ejecutivo del Departamento de Templos de la Iglesia. “Así que no podríamos construir un templo a menos que pudiéramos pagarlo.”

La Iglesia busca proporcionar oportunidades para los mormones en todo el mundo para acceder a sus templos. Ochenta y cinco por ciento de los miembros viven a 320 km de un templo, y estos se encuentran localizados generalmente en áreas con suficientes miembros (no se requiere un número específico) para justificar la construcción, o donde existan grandes distancias entre los templos. Los anuncios públicos para nuevos templos son generalmente hechos por el presidente de la Iglesia en una conferencia general.

Una vez tomada la decisión de construir un templo en un área determinada, la Primera Presidencia, en oración, elige el punto exacto sobre el cual construir -un patrón que ha estado en vigor desde comienzos de la Iglesia. Por ejemplo, poco después de entrar en el Valle del Lago Salado, en julio de 1847, Brigham Young identificó el bloque de tierra sobre el cual construir el Templo de Salt Lake. Y más recientemente, después de que la Iglesia anunció en 2008 que construiría un templo en Kansas City, Missouri, el presidente Dieter F. Uchtdorf de la Primera Presidencia (a petición del Presidente de la Iglesia Thomas S. Monson) pasó varios días visitando  posibles lugares en el área. El presidente Uchtdorf regresó a Salt Lake City y recomendó al Presidente Monson el lugar donde el templo fue finalmente construido.

Bill Williams, quien ha sido un arquitecto de la Iglesia desde 2003, dice que la Iglesia busca los lugares "que tengan prominencia, que estén en un barrio atractivo, un barrio que pueda soportar la prueba del tiempo."

Fase de diseño y la importancia de un "Diseño Sostenible"

Una vez seleccionado el lugar del templo y el tamaño que debe tener el edificio (en función del número de miembros en la zona), un equipo de arquitectos de la Iglesia crea posibles diseños exteriores e interiores.

Mientras que el propósito de cada uno de 140 templos de la Iglesia es el mismo, muchos aspectos de la apariencia interior y exterior de cada estructura son únicos, adaptados a la gente del lugar y de la zona. Williams dice que los buenos arquitectos "quieren crear algo único, algo que tenga su propia personalidad y [líderes de la Iglesia] nos permiten hacer eso" con los templos. Añade que hay mucho que se puede hacer para que un templo sea único, incluyendo "los motivos decorativos, el tipo de muebles, los avíos interiores, etc. Podría ser cualquier cosa, desde el aspecto moderno que se ve en el Templo de Washington DC, a algo como el aspecto gótico, neoclásico que se encuentran en el Templo de Salt Lake".

Para crear un modelo y sentir que es el correcto para un templo específico, los arquitectos solicitan un número de referencias. Por ejemplo, como la Iglesia ha diseñado su futuro templo en la República Democrática del Congo, Williams dice que su equipo se reunió con las personas locales para "entender la naturaleza de la gente, el país en el que viven, los mormones que están ahí y cómo podemos ajustar mejor el templo" a ellos.

Un aspecto crítico del proceso de planificación es el "diseño sostenible, un concepto que Williams dice que busca reducir los costos operativos de un templo a largo plazo. "Cualquier cosa que podamos hacer para que los sistemas mecánicos de energía sean eficientes, para que los materiales del interior sean longevos de manera que no se desgasten muy rápido, o cualquier cosa que podamos hacer para conservar el agua es muy bueno para nosotros como propietarios, porque se generan menores  costos a largo plazo. Eso es lo que significa ser sostenible". 

Con los complejos sistemas de un templo, la sostenibilidad no es tarea fácil. "Tenemos miles de sistemas y componentes que tienen que trabajar en armonía", dice Jared Doxey, director de arquitectura, ingeniería y construcción del Departamento de Instalaciones Físicas de la Iglesia. "Conseguir que todo resulte de la manera en que fue diseñado, con la máxima calidad, es una maraña de asuntos que tienen que ser  cien por ciento correctos."

En la selección de los materiales de construcción,  la Iglesia no se conforma con nada más que lo mejor. El modelo para esto, dice el Elder Walker, se encuentra en la descripción del Templo de Salomón en 1 Reyes 7 en la Biblia. "Utilizaron los mejores materiales y los mejores obreros para construir el templo. Y ese es el modelo que seguimos”, dice el élder Walker. "No para que sea ostentoso, sino para que sea hermoso en un maravilloso tributo a Dios."

Y el papel de la inspiración es más importante para el diseño del templo, dice Williams. "Estas son las casas del Señor, y nos gustaría asegurarnos de que todo el mundo sienta esa responsabilidad, de modo que cuando comenzamos las reuniones de diseño, se comienza con una oración". El proceso de diseño puede durar hasta dos años. Elder Walker señala que durante todo el camino - "desde los detalles arquitectónicos hasta los colores y las muestras de la alfombra"- la Primera Presidencia interviene y da la aprobación final.

Fase de construcción

Debido a los altos estándares para la construcción de sus templos, la Iglesia envía representantes en todo el mundo para buscar a los mejores contratistas. La Iglesia utiliza a más de una docena de contratistas. Doxey dice que "la complejidad del diseño del templo requiere lo mejor que la mayoría de los trabajadores hayan tenido que dar en un proyecto."

Por ejemplo, Cory Karl de la División de Servicios de Construcción de la Iglesia dice que con los albañiles, la Iglesia pide  “que pongan sus ladrillos de una forma rigurosa de tal manera que sea uniforme y coherente en todo" y así "instaladas a la manera de las habilidades del artesano".

Dustin Mundy, quien supervisa la estructura de acero en el centro del Templo de Provo (incluyendo en sus escaleras de caracol), dice que si bien el deseo de hacer su mejor trabajo es algo natural para un proyecto de este tipo, también tiene una medida extra de motivación: algunos de sus antepasados construyeron las escaleras de caracol del templo de Manti, Utah de la Iglesia (terminado en 1888). "Es una bendición", dice." Usted quiere hacer su trabajo de más calidad, obtener los mejores jornaleros que se pueda tener en un sitio de trabajo y simplemente hacer lo mejor posible."

Los altos estándares de construcción están por dos razones principales: en primer lugar, los Santos de los Últimos Días creen que sus templos son algunos de los lugares más sagrados de la tierra y dan tributo a Dios; segundo, la Iglesia construye estos templos para durar cientos de años.

Representantes de la Iglesia velan porque las empresas constructoras sean financieramente estables y capaces de cumplir con las normas de la Iglesia (incluyendo prohibiciones como fumar, beber y la música a todo volumen en el sitio de la construcción, aunque los trabajadores no tienen que ser Santos de los Últimos Días). La Iglesia invita entonces a aquellas empresas seleccionadas para el proceso de licitación. Una vez que se elige una empresa, la construcción tarda típicamente de 24 a 48 meses, dependiendo de la ubicación. .
Fuera de los Estados Unidos, la construcción puede tomar más tiempo por una variedad de razones. "En algunos países, puede que se utilice más mano de obra para hacer cosas que en los Estados Unidos se realiza a través de un equipo especializado",  dice Doxey. Y Karl agrega que "otras circunstancias, además del sitio del templo" pueden demorar el proceso, incluyendo pagos adicionales establecidos por los gobiernos locales.

Aunque puede ser un reto encontrar contratistas calificados, los altos estándares valen la pena tanto para la Iglesia como para los trabajadores. No solo los proyectos de construcción de templos brindan trabajo en las comunidades locales, sino que también proporcionan lo que muchos trabajadores de la construcción consideran que es el cenit de su carrera. Por ejemplo, Doxey dice que el capataz del personal de cemento de la construcción del Templo de la Iglesia en Philadelphia Pennsylvania, le dijo que en 30 años, "nunca había visto un proyecto tan bien diseñado" - que él dice es tan duradero que  “estará aquí cuando la humanidad se haya ido".

Casa abierta, ceremonia de la piedra angular y dedicación

Como se mencionó, solo a los Santos de los Últimos Días que viven los más altos estándares de la fe se les permite entrar en un templo dedicado. Por lo tanto, una vez finalizada la construcción, y antes de la dedicación del templo,  la Iglesia abre las puertas del templo al público durante varias semanas para visitas guiadas gratuitas. Estas jornadas de puertas abiertas son una oportunidad única para cualquier persona en la comunidad - mormón o de otra religión- de caminar a través de un templo y aprender más acerca de las creencias de los Santos Últimos Días.

Luego, una semana o dos, después de la conclusión de la jornada de puertas abiertas, un líder de la Iglesia (por lo general un miembro de la Primera Presidencia) dedica formalmente el templo. Un aspecto de los eventos de dedicación es la ceremonia de la piedra angular, donde los líderes de la Iglesia y otros ponen cemento alrededor de la piedra angular para simbolizar la terminación del templo. Luego, el Élder Walker dice, el presidente o la persona que él asigna dice la oración dedicatoria "para consagrar el templo que será utilizado para los sagrados propósitos para los cuales es construido".


Una adición hermosa a la comunidad

En la jornada de puertas abiertas del Templo de Twins Falls de Idaho en 2008, el élder Walker recuerda cómo los líderes comunitarios y los periodistas se refirieron a la estructura como "nuestro templo", demostrando que la hermosa estructura construida de un templo y los muy bien cuidados jardines son una fuente de orgullo para los ciudadanos locales. De hecho, la experiencia mundial demuestra que los templos mormones impactan positivamente en los valores de propiedad de los vecinos, incluso en una mala economía.

"Creo que esto demuestra que el templo, por lo general, será uno de las más bellos - si no el más hermoso - edificio de una comunidad. Es natural que, no sólo los miembros de nuestra Iglesia, sino los miembros de la comunidad en general, estarían muy contentos de tener un templo allí, y sentirían que es “nuestro templo”. “Esperamos que ese sea el caso”.

 

Los Templos en Perú

 

Los planes para construir el primer templo en perú se anunciaron el 01 de abril 1981, los líderes de la iglesia dieron la palada inicial el 11 septiembre de 1982, y el presidente Gordon B. Hinckley, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dedicó el Templo de Lima Perú el 10 de enero 1986.

El 13 de Diciembre 2008, Thomas S. Monson, el presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días anunció los planes de construir un nuevo templo en Trujillo, Perú.  Éste sería el segundo templo en Perú. El 14 de setiembre de 2011 se realizó la ceremonia denominada  "Palada Inicial". La misma fue presidida por el élder Rafael E. Pino. La región geográfica comprendida para el Templo de Trujillo alberga a más de 88.000 Santos de los Últimos Días.

Thomas S. Monson, presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días anunció planes para construir templos en Tucson, Arizona y Arequipa, Perú en la mañana del 6 de octubre durante la Conferencia Semestral número 182. Las ubicaciones exactas de los templos serán anunciadas próximamente.
 

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