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Nota de prensa

Costa Rica alberga el Simposio Internacional de Libertad Religiosa 2025

En San José Costa Rica, el 12 de junio, la Universidad Católica de Costa Rica fue sede del Simposio Internacional de Libertad Religiosa, un evento que reunió a representantes del gobierno, sector académico, líderes religiosos, medios de comunicación y sociedad civil en un espacio de reflexión y diálogo plural.

El Simposio fue organizado con el respaldo del Centro de Estudios de Ley y Religión de la Universidad Brigham Young, el Foro Interreligioso de las Américas, la Universidad Católica de Costa Rica y el Departamento de Participación Ciudadana de la Asamblea Legislativa de Costa Rica.

Bajo el lema “Libertad de religión y creencias: promotora del respeto mutuo, la armonía y la protección de otros derechos fundamentales”, el Simposio Internacional de Libertad Religiosa 2025, marcó un punto de encuentro clave para la reflexión sobre el papel esencial de la libertad religiosa.

El simposio inició con las palabras de bienvenida de Sonia Alpízar Castillo, Vicerrectora General Académica y de Investigación de la Universidad Católica de Costa Rica, y César Zúñiga, Subgerente de Participación Ciudadana de la Asamblea Legislativa de Costa Rica. Ambos organizadores invitaron a los asistentes a escuchar con apertura y aprender de las diversas perspectivas presentadas, destacando la relevancia de la libertad religiosa como un pilar esencial para la convivencia, el respeto y la protección de los derechos humanos en las sociedades contemporáneas.

A lo largo del simposio, panelistas nacionales e internacionales coincidieron en que garantizar la libertad de religión y creencias fortalece el tejido social y promueve una cultura de derechos humanos.

Este enfoque se reflejó en paneles que abordaron temas como el papel del Estado como garante de libertades, la importancia del Estado laico, y la responsabilidad compartida de las religiones y la sociedad civil en la construcción de puentes hacia el respeto y la paz.

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El simposio fue, en esencia, una plataforma para concientizar sobre la necesidad de proteger los derechos fundamentales. Las discusiones generadas pusieron de relieve que cuando se respeta la libertad religiosa, también se fortalecen otras libertades esenciales como la libertad de expresión, de asociación y de conciencia. Asi también proteger la libertad religiosa es una tarea colectiva y continua.

En un mundo marcado por tensiones sociales y polarización, este encuentro sirvió para recordar que la verdadera armonía se construye cuando las diferencias no dividen, sino que enriquecen el diálogo y fomentan el entendimiento.

Los paneles temáticos que abordaron diversos enfoques sobre el papel de la religión y la creencia en la sociedad contemporánea, fueron:

“Religiones, Libertad Religiosa y de Creencias: Puentes hacia la armonía, respeto y la dignidad humana”  

Monseñor Mauricio Granados, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de San José y Secretario general de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, subrayó la importancia de “ser más coherentes entre nuestra creencia y cómo la vivimos”. También dijo que no se puede suprimir el derecho del ateo a no creer mediante la coacción.

Magda Urízar, directora de asuntos públicos y libertad religiosa de la Iglesia Adventista en Guatemala, mencionó que la tolerancia es la base del entendimiento y la colaboración. Por su parte Amar Radi, presidente de la Junta Directiva de la Comunidad Islámica de Guatemala, recalcó que las organizaciones religiosas deben tener claro su objetivo de combatir los problemas que aquejan a nuestras sociedades y unirse para encontrar soluciones.

El élder Eduardo Mora, Setenta de Área de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, destacó que las organizaciones religiosas comparten valores morales universales como el trabajo, servicio, amor, compasión, etcétera. “Cuando nos basamos en estos principios podemos aumentar la convivencia. Cuando las religiones trabajan juntas en causas comunes, contribuyen a una sociedad basada en el respeto y la equidad”.

“Construyendo Libertad: la sociedad civil como guardia de los derechos fundamentales”

Raquel Robleda, CEO de Loop Xperts y Merco Panamá, destacó la importancia de la prensa libre como aliada en la defensa de los derechos humanos y denunció los riesgos que enfrentan los comunicadores en contextos de represión.

Elsie Sierra (Guatemala), de la Cámara de Periodistas, habló sobre los desafíos que enfrentan los medios en Centroamérica y cómo la libertad religiosa y de expresión están interconectadas en la construcción de sociedades más justas.

Otilia Lux de Coti (Guatemala), activista por los derechos de las mujeres y pueblos indígenas, subrayó la necesidad de que la libertad religiosa también respete la diversidad cultural y espiritual de los pueblos originarios, promoviendo una inclusión real y equitativa.

“El Estado Laico y la Libertad de Creencias: una relación en construcción”

Francisco Blanco, Rector Magnífico de la Universidad Católica Santa María la Antigua (USMA) en Panamá, revisitó los conceptos de laico, laicidad y laicismo. Enseñó que laico se refiere a la libertad de creencias que el Estado debe defender, sin privilegiar ni discriminar a nadie. El laicismo, por otra parte, “toma partida por la no religión y es hostil hacia la religión y su práctica”.

Marcelo Bartolini, investigador del Centro de Investigación Social Avanzada de México, habló sobre la evolución de la relación entre el Estado mexicano y las iglesias. También reseñó cómo han cambiado los políticos mexicanos y la manera en que se han adaptado los gobiernos al cambiante panorama religioso, que hace unos años era predominantemente católico y que en los últimos años se ha diversificado entre diferentes formas de fe. Apuntó riesgos de polarización por diferencias ideológicas por parte del gobierno; así como el riesgo de instrumentalización de las asociaciones religiosas que quieran estar cerca o participar del poder.

Fernando Sánchez, Rector Universidad Católica de Costa Rica advirtió que una interpretación incorrecta del Estado laico busca “remitir al ámbito de lo privadísimo” las manifestaciones de fe. “No podemos limitar la libertad religiosa porque la fe nos motiva a vivir de cierta manera” y esa conducta se manifiesta tanto en el ámbito individual, así como en el público y colectivo.  

En el mismo sentido habló Oswaldo Samayoa, Ministro Consejero de la Embajada de Guatemala en Costa Rica, quien comentó que “no se debe permitir desde el poder un adoctrinamiento impuesto sobre los distintos modos de pensar”. Se pronunció a favor de que los funcionarios o los políticos no se vean forzados a renunciar o abandonar sus creencias bajo la incorrecta interpretación de laicismo. Señaló que el papel del Estado es respetar la libertad de conciencia individual y colectiva; respetar la práctica pública e individual de las creencias; y asegurar la no discriminación directa o indirecta de los ciudadanos.

“El Estado como garantía de la Libertad de Religión: compromisos para la convivencia y los derechos humanos”

Karen Castillo, directora del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), señaló que las religiones son un factor relevante en la construcción de la vida social. “Las sociedades son diversas, por eso los estados deben ser laicos; para garantizar la libertad y los derechos”. Sin embargo, subrayó, “la sociedad no tiene que ser laica”.

El legislador Ronald Portillo, del Congreso de la República de Guatemala hizo énfasis en que los Estados no otorgan derechos, -ya que estos son inherentes al ser humano-, sino que los Estados garantizan los derechos. Por su parte David Segura, de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, reconoció que la libertad religiosa es uno de los pilares de los derechos humanos.

Gary Doxey, director asociado del Centro de Estudios de Ley y Religión de la Universidad Brigham Young, afirmó que, aunque la religión ha sido mal utilizada en algunos momentos de la historia, la libertad religiosa bien aplicada es una herramienta poderosa para resolver conflictos y promover la paz. Señaló que la libertad religiosa está profundamente vinculada con otros derechos fundamentales, como la libertad de expresión, de prensa y de reunión. Proteger la libertad de creencias ayuda a fortalecer el tejido democrático de las sociedades.

Destacó que la religión sigue siendo una fuerza influyente en Centroamérica y el hemisferio occidental, con un papel importante en la educación, la salud, la cultura y la vida familiar. Por ello, proteger la libertad religiosa es proteger una fuente vital de valores compartidos que sustentan el Estado de derecho

Al finalizar este simposio, Fernando Sánchez, Rector Universidad Católica de Costa Rica, hizo un llamado por llevar este intercambio a otros foros donde las ideas y conceptos vertidos puedan alcanzar a una audiencia más amplia. Abogó por la unión entre las diferentes organizaciones religiosas para trabajar en un frente común en defensa de la libertad religiosa.

Los participantes reafirmaron su compromiso de seguir construyendo puentes entre sectores diversos para garantizar que este derecho continúe siendo una herramienta de paz, inclusión y dignidad humana.

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