Nota de prensa

Crece la emoción y expectativa ante segunda conferencia virtual para jóvenes

Más de 3,000 jóvenes de todo el Caribe se han registrado en la Conferencia Virtual Para la Fortaleza de la Juventud 2021

Se acerca la segunda Conferencia Virtual Para la Fortaleza de la Juventud (PFJ) de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, actividad muy esperada por los jóvenes de la Iglesia, pero también por muchos otros amigos, ya que al ser invitados por relacionados o familiares desean vivir la experiencia, a celebrarse del 26 al 30 de julio de este año.

Entre las principales motivaciones manifestadas por los jóvenes que participarán esta vez, están el deseo de crecer espiritualmente, de fortalecer su testimonio y su fe, inspirar a otros con su testimonio y servicio, escuchar mensajes inspiradores, así como compartir y conocer nuevos amigos de diferentes países.

Por otra parte, los jóvenes consejeros que colaboran con el montaje, logística y ejecución del evento, esperan que, a pesar del reto que implica la virtualidad en relación con las distracciones cotidianas, los participantes puedan acercarse más al Salvador, salir edificados y con un testimonio fortalecido.

“Espero que los jóvenes puedan conectarse con el Espíritu y con nosotros, aunque no estemos cerca de ellos. Deseo ser ese líder que los ayude a ellos a acercarse más al Salvador y a seguir haciendo convenios con Dios” indicó Alexander Collado, quien servirá como consejero en uno de los grupos de República Dominicana.

 “En el PFJ pude conocer a otras personas de otros países y sentí el Espíritu bien fuerte. Sé que es algo bueno y ayuda a los jóvenes a acercarse al Señor”, afirmó Eugenice Rivera Rodríguez, de Puerto Rico, quien participó por primera vez en PFJ de manera virtual el año pasado y se inscribió para esta nueva experiencia, recomendando a otros jóvenes a hacer lo mismo.

Al consultarle sobre la experiencia de haber participado en el PFJ tanto de manera presencial como virtual, Juan Alberto Santos de la Estaca de Ponce, Puerto Rico, expresó: “Una diferencia que veo entre el PFJ virtual y presencial, como su nombre lo dice, es la modalidad. Sí, es cierto que nos da ilusión ir al campamento y socializar con los jóvenes haciendo algunas actividades que no se pueden en línea, pero la distancia y la forma de hacerlo nos ayuda más en cuanto a nuestro testimonio y a mí me ayudó muchísimo”. 

Reflexionando además sobre su experiencia en PFJ, tanto como participante, así como consejero dice Juan Alberto: “Como participante, tuve la oportunidad de obtener mi testimonio personal, ya que la conferencia va dirigida directamente a nosotros los jóvenes. Como consejero, es nuestro deber transmitir ese sentimiento espiritual a nuestros jóvenes”.

Los líderes del sacerdocio del Caribe, también expresan sus expectativas favorables para el PFJ este año, pese a los desafíos de conectividad y a la falta de recursos tecnológicos planteados por los propios jóvenes en algunos lugares, situaciones a las que van encontrando soluciones creativas, muchas presentadas por los consejeros y los mismos jóvenes interesados en participar.

Para Silvestre Brea, segundo consejero de la presidencia de la Estaca San Cristóbal, el PFJ “les da la oportunidad a los jóvenes de poner en práctica su liderazgo, no solo durante los cinco días de la conferencia, sino luego de esta, porque participarán de devocionales en los que compartirán sus experiencias y las impresiones que tuvieron, multiplicarán el mensaje entre otros jóvenes que no participaron, todo lo que se aprende, lo que sienten y lo que se vive en el PFJ”.

En cada desafío, una oportunidad

En la República Dominicana, al igual que en otros países, los jóvenes describieron algunas dificultades para tener acceso a la conferencia, debido a las limitaciones de conectividad y recursos tecnológicos. Sin embargo, han sido los propios jóvenes quienes han propuesto posibles salidas a esta situación. Una de ellas fue realizar una encuesta entre miembros de la Iglesia para ver quienes tenían un móvil adicional, una tableta, una computadora portátil que pudieran prestar por los cinco días del evento. Para quienes no tuvieran el dispositivo o acceso a Internet en sus casas, la recomendación dada es que puedan ir a las capillas y usar el internet con el debido distanciamiento para prevenir el COVID-19.

Así lo planteó el presidente Brea, orgulloso de que los jóvenes hicieron las investigaciones y han conseguido la cantidad de equipos requeridos. Algunos miembros adultos se propusieron como voluntarios para acompañar a esos jóvenes en la capilla durante esos cinco días, para velar que se cumplan las medidas de bioseguridad, cuidar los equipos y asegurar que los jóvenes estén bien.  

Asegura que estas limitaciones, en vez de desanimar a los jóvenes, han despertado en ellos un gran entusiasmo en compartir ese tiempo y las actividades de PFJ, sobre todo entre aquellos que ya han participado, quienes a su vez animan a los que no lo han hecho, diciéndoles que se trata de una experiencia sinigual e inolvidable, una que los marcará de una manera muy positiva.

“Como consecuencia de la experiencia, los líderes han aprendido a confiar más en los jóvenes, viendo que ellos tienen realmente un gran potencial de liderazgo, que pueden desarrollar ideas para salir adelante con los desafíos y que pueden trabajar en equipo, esforzándose por sí mismos para lograr vencer los obstáculos”, concluyó.

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