Nota de prensa

Cultivando la felicidad

La felicidad puede no ser algo para buscar o perseguir, sino más bien una creación

Probablemente no hace falta decir que todos quieren ser felices. Parece lógico, entonces, que gastemos la mayor parte de nuestro tiempo y energía en busca de la felicidad y que cuanto más busquemos, más felices seremos. Pero resulta que este no es necesariamente el caso.

Los profesores de la Universidad Brigham Young sugieren un mejor enfoque: construir una vida significativa y dejar que la felicidad te encuentre. Citan investigaciones que muestran que obsesionarse con la felicidad irónicamente tiende a hacer que las personas se sientan menos felices.

Un profesor observó: "No perseguimos la felicidad. Es algo que cultivamos, y luego puede surgir como una consecuencia natural de vivir bien" (ver Jared S. Warren en "Deja que la felicidad te encuentre" de Emily Smurthwaite Edmonds, Y Magazine, invierno de 2023, magazine.byu.edu).

Así que tal vez la felicidad no es una persecución o una búsqueda, sino una creación. No es una fórmula, sino más bien como una flor que cultivamos y nutrimos, y luego nos regocijamos en el milagro de una flor gloriosa. La felicidad no es algo que podamos forzar, sino algo que invitamos simplemente viviendo una buena vida.

¿Y qué significa vivir una buena vida? Considere las verdades simples que estas personas han descubierto:

Mujer: "Encuentro la verdadera felicidad cuando me preocupo menos por mí misma y más por los demás. Si puedo encontrar a alguien a quien ayudar, algún pequeño acto de bondad que pueda dar, o de alguna manera pueda levantar una carga para otra persona, ¡es cuando encuentro la felicidad, o cuando la felicidad me encuentra!"

Hombre: "Cuando trato de cuidarme físicamente, cuando cuido mi cuerpo como un regalo de Dios, también me siento mejor mental y emocionalmente. Y cuando me cuido emocional y espiritualmente, me siento mejor físicamente. Todo está interconectado".

Mujer: "Encuentro que estoy más en paz y contenta cuando trato sinceramente de guardar los dos grandes mandamientos: amar a Dios y amar a los demás con todo mi corazón. Eso es todo. Es como si estuviera abriendo mi corazón a la felicidad, y siempre llega".

¿Podría ser así de simple: que la felicidad nos encuentra cuando dejamos de buscarla? Se necesita fe para intercambiar la búsqueda de la felicidad por cultivarla día a día, poco a poco. Pero entonces, la fe siempre ha precedido a los milagros, incluyendo el milagro de la felicidad.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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