Nota de prensa

Día del Ingeniero y Arquitecto en el Perú

Cada 8 de junio se celebra el invaluable aporte de los ingenieros y arquitectos en la ejecución de proyectos según sus diversas especialidades.

En el Perú se celebra cada 8 de junio el Día del Ingeniero, la cual se oficializó con la ley N°24648 en conmemoración a la creación del Colegio de Ingenieros del Perú y el Día del Arquitecto por motivo de la ley de creación del Colegio de Arquitectos del Perú (CAP) en 1962.

En esta fecha se conmemora la labor de los Ingenieros en sus distintas especialidades, así mismo, se conmemora al profesional en Arquitectura que es el arte que se encara de proyectar y diseñar espacios tanto públicos como privados y adaptados a la habitabilidad. Cumpliendo con las necesidades humanas.

Conversamos con algunos miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que se desempeñan, tanto en Ingeniería como en Arquitectura y nos relatan sus experiencias con estas profesiones.

El actual presidente de la Estaca Iquitos Perú Punchana, Rely Reil Ramirez Rivadeneyra es profesional en Arquitectura y Urbanismo, también es maestro de Institutos y administra su propia empresa de construcción, “estoy profundamente agradecido a mi Padre Celestial por permitirme estudiar a través de los programas inspirados de la iglesia, dado que mi carrera lo estudie mayormente con el Fondo Perpetuo para a la Educación, y la verdad cada vez que tengo la oportunidad de hablar sobre mis estudios menciono ese gran milagro de la revelación de nuestros líderes al instalar los programas de La Iglesia”.

Sobre el reto de estudiar Arquitectura y participar en las diversas actividades de la Iglesia, el Pdte. Ramírez nos dice, “hubo muchos momentos en mi etapa de estudiante en donde el tiempo era escaso, sin embargo, esa nunca fue una razón suficiente para no tener y cumplir con los llamamientos que se me asignaba. En mi caso particular tenía otros desafíos con el tiempo ya que también me tocó trabajar para apoyar en el hogar, cuidando a mis hijas, apoyando a mi esposa y así solventar parte de los gastos de mi propia carrera, no fue nada sencillo, sin embargo, un factor importante para superar ese desafío es primero trazarme una meta clara y organizarse de tal forma que pueda cumplirse a pesar de las dificultades que podamos encontrar en el camino; mientras me encontraba en ese camino una de las luces que me dirigía era mi testimonio de la Iglesia, porque de esa forma me podía mantener aferrado a mis creencias y mi propósito de estar estudiando”.

A veces quienes van a incursionar en estudios superiores tienen el temor de que la actividad en la Iglesia perjudique sus formación profesional, “Tengo el agrado de hablar con muchos jóvenes actualmente gracias a mi llamamiento, Y cuando alguien me dice que no tiene tiempo para tener o cumplir un llamamiento porque está estudiando o está trabajando, lo miro a los ojos y le sonrió, y le cuento mi propia experiencia, de cómo empecé sin apoyo financiero de mi familia, con muchas dificultades, con responsabilidades familiares, con tres hijos, etc. Y al final le comparto mi testimonio de que Dios siempre estará a su lado en cada paso. Generalmente he notado que salen más animados al escuchar mi propia experiencia y se dan cuenta que su caso no es tan complicado como parecía y deciden servir”, relata el presidente de la Estaca Punchana.

Por su parte, el Ingeniero de Sistemas, Francesco Fabrizzio Galiano Abanto, quien es subgerente y responsable de Tecnologías, pertenece al Barrio Ttío de la Estaca Cusco, y que actualmente sirve a la Iglesia como director de Comunicación del Consejo de Coordinación Cusco y es también maestro de Institutos, declara que, “siempre es un privilegio sentir las impresiones del Espíritu para ayudar a crear algo que tenga valor o brinde una solución a los que nos rodean. Somos hijos espirituales de un Dios omnisciente y como tales hemos heredado diversas capacidades y virtudes que podemos aplicar poco a poco, llevarlas más allá de la imaginación y llegar a hacer del mundo un lugar mejor. Siento gratitud a Dios por darme la oportunidad de obtener algunos conocimientos que me ayudan a tomar mejores decisiones al dar soluciones a problemas diarios. Por ello, demuestro mi gratitud a Dios cumpliendo con el diezmo y prestando servicio en su Iglesia”.

Sobre los retos que un estudiante puede tener y a la vez participar en la Iglesia, el Ing. Galiano nos explica, “desde pequeño mi mamá Mary Abanto siempre me enseñó a orar con frecuencia: hacer una oración a Dios antes de estudiar o recibir alguna enseñanza para poder comprender con facilidad, orar antes de dar un examen para aplicar todo lo aprendido y volver a orar para dar las gracias por su ayuda. Eso me ayudó a permanecer activo en la Iglesia y planificar mi tiempo para que a pesar de las grandes exigencias que demandaban los trabajos universitarios tener tiempo para estudiar las Sagradas Escrituras y preparar las clases de seminarios que daba de lunes a viernes a las 6 de la mañana”.

“Tenemos mayor probabilidad de éxito en la vida, si vamos de la mano de Dios. El profeta Jacob enseñó: “Pero antes de buscar riquezas, buscad el reino de Dios. Y después de haber logrado una esperanza en Cristo obtendréis riquezas, si las buscáis; y las buscaréis con el fin de hacer bien: para vestir al desnudo, alimentar al hambriento, libertar al cautivo y suministrar auxilio al enfermo y al afligido (Jacob 2:18-19)”, comparte el maestro de Institutos de la Estaca Cusco.

El bachiller en Arquitectura, Josmel Genix Llatas Ramos, quien es asistente de proyectos, pertenece al Barrio Los Próceres de la Estaca El Dorado – Chiclayo, actualmente sirve en la Iglesia como secretario de tecnología de Estaca, nos comparte sus sentimientos sobre su profesión, “Siendo bachiller de Arquitectura he sentido que lo más especial y hermoso de la profesión de arquitecto es que podemos "captar" la personalidad propia de cada cliente, quienes llegan con un sueño o una visión y la desean concretar por medio de nuestro trabajo”.

“Diseñar una vivienda o un proyecto en particular es en sí mismo un proceso creativo satisfactorio. La arquitectura quiere ayudar a la gente a formar un mundo ideal y para ello el arquitecto es una pieza fundamental. Es por ello que el trabajo de un arquitecto es reflexionar constantemente sobre los límites entre el diseño y la innovación, comprender al individuo, su entorno y utilizar el diseño como una herramienta para formular respuestas a los problemas planteados en el espacio y la sociedad actual”, declaró el también maestro de Institutos de la Estaca El Dorado.

Para poder estudiar y participar en las actividades de la Iglesia, el bachiller en Arquitectura, Josmel Llatas, “cuando era estudiante mi reto fue el tiempo. Es común ver a un estudiante amanecerse para realizar la entrega de una maqueta o planos de un proyecto, la carrera a mi parecer exige mucho tiempo por ser una labor artística, creativa, manual y por la gran exigencia en la universidad nacional en la que estaba. Regularmente siempre se me presentaba el dilema entre ir a la iglesia o seguir avanzando mis tareas. Afortunadamente estoy rodeado de líderes con fuertes testimonios que compartían su testimonio y decían: “cumple con el señor y él te bendecirá”. Esas palabras de aliento me fortalecían y alimentaban mi fe en Cristo, ser miembro de la iglesia y un ex misionero me ayudo también a poder planear de mancera eficaz mis tiempos y cumplir con mi llamamiento como secretario de barrio durante seis años”.

Por su parte, el bachiller en Arquitectura, Mélany Galiano Gamarra, quien trabaja en una constructora y consultora como asistente de Obra. Ella pertenece al Barrio Intirraymi de la Estaca del mismo nombre. Actualmente sirve como maestra de Seminarios (brinda clases cinco veces a la semana) y es segunda consejera de la Primaria, reflexiona sobre su profesión y su vínculo con la Iglesia, “me siento feliz de poder desempeñar esta profesión que me ha ayudado a desarrollar atributos tales como puntualidad, orden, responsabilidad. No tuve que dejar mi actividad en la iglesia, no diré que fue fácil, sin embargo, mientras estudiaba también era maestra de seminarios y mi responsabilidad me ayudaba a levantarme temprano y prepararme con anticipación, muchas veces me preguntaba si podría lograrlo, pero siento que siempre obtuve una respuesta de Dios al poder realizar mis actividades con normalidad y me ha bendecido para ser más efectiva en mis responsabilidades”.

“Estoy agradecida por serlo, sé que con la ayuda de Dios eso fue posible, lo demuestro a medida que sirvo a los demás en la iglesia y cuando motivo a los jóvenes sobre la importancia de seguir superándose”, concluye la maestra de Seminarios.

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