La celebración de este día constituye un llamamiento a la disminución y erradicación de situaciones de violencia, xenofobia, fanatismo político y religioso y discriminación de razas, género e ideologías.
El término Fraternidad proviene del latín fraternitas, que significa frater (hermano) e inus (pertenencia). Definido como el afecto o vínculo entre hermanos o hermandad.
Se resalta la importancia de la educación y el respeto a las distintas culturas y religiones. Señala la imperiosa necesidad de velar por las personas, promover la paz y poner fin a la violencia, al extremismo religioso, las guerras y el terrorismo.
Hablar de fraternidad implica hablar de valores, ya que este concepto conlleva a la unión de las personas basadas en los valores de tolerancia, respeto, dignidad, solidaridad e igualdad de derechos de todos los seres humanos.
La fraternidad como valor nos conlleva a ser solidarios, respetuosos y empáticos con las demás personas. Es de vital importancia la transmisión y aplicación de valores en nuestra vida diaria para ser cada día mejores individuos, con un efecto multiplicador que impacte en toda la humanidad.
De esta manera contribuiremos a promover valores de inclusión, equidad, justicia y libertad en el actual contexto social, político y económico de las sociedades y naciones del mundo.
Un buen punto de inicio lo constituyen los valores que se inculcan en el hogar y en la escuela. La escuela y el hogar constituyen ámbitos esenciales para el forjamiento y aplicación de valores, siendo la base para la conformación de individuos conscientes, empáticos y solidarios con su entorno familiar y social.