Nota de prensa

De cara al sol

Cuando llevamos las cargas del pasado, no podemos vivir con alegría el presente

¿Con qué frecuencia se ha sorprendido reflexionando con algo que sucedió en el pasado, deseando haber dicho algo o haber hecho algo diferente? Todos hemos hecho esto, a veces reproduciendo un evento en nuestras mentes, una y otra vez, de la forma en que desearíamos que hubiera sucedido.

Es bueno aprender del pasado, pero mirar demasiado tiempo por el espejo retrovisor puede ser peligroso. Esto es especialmente cierto cuando hemos acumulado sentimientos heridos o decepciones que seguimos revisando.

Cuando llevamos las cargas del pasado, no podemos vivir con alegría el presente. No podemos anticipar un futuro brillante, porque todo está ensombrecido por el resentimiento que seguimos albergando. Una mujer que se encontraba despierta por la noche, enfurecida por injusticias y remordimientos de antaño, decidió imaginarse pisoteando cada recuerdo doloroso como si fueran piedras amontonadas en una pila.

Con cada paso subía más alto hasta que se había movido más allá del montón hacia la serenidad de un prado cubierto de hierba, bañado por la luz del sol y la paz. Finalmente encontró satisfacción al darse cuenta de que, si bien no puede cambiar las rocas, puede optar por alejarse de ellas. De hecho, al ponerlos debajo de ella, podría usarlos para elevar su vida a un lugar mejor.

Hay sabiduría en el proverbio maorí "Vuelve tu rostro hacia el sol, y las sombras caerán detrás de ti". Cuando dejamos que el pasado permanezca en el pasado y dirigimos nuestra atención a lo que es brillante y prometedor, nuestros corazones sienten una energía renovada y nuestro paso es más ligero. No solo eso, sino que también nos convertimos en una bendición para los demás.

Cuando tomamos el control de nuestros pensamientos y buscamos el bien que podemos hacer, nos volvemos más amables, menos centrados en nosotros mismos y más agradables.

Otra palabra para este enfoque positivo y progresista de la vida es perdón. A veces simplemente necesitamos perdonar a alguien que nos ha hecho daño. Y con la misma frecuencia, debemos perdonarnos a nosotros mismos. El perdón no significa que estemos contentos con lo sucedido. Simplemente significa que ya no le damos al pasado el poder de controlar nuestro presente. Significa que hemos elegido avanzar hacia un futuro positivo.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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