El propósito de esta efeméride es visibilizar el trastorno mental más grave que están padeciendo los miembros de la sociedad global, para generar un conjunto de estrategias que sirvan de apoyo a estas personas y les permita sobrellevar su enfermedad o curarse definitivamente.
El esfuerzo por diagnosticar y tratar trastornos de salud mental en edades tempranas reduce el costo financiero en el futuro y evita todo tipo de problemas derivados, como puede ser el suicidio.
Para el 2021, se pretende concientizar de la importancia que tiene la inversión en salud mental a nivel global, sobre todo teniendo en cuenta que la salud mental es el área más desatendida de la salud pública.
Se trata de un problema global que afecta a un gran número de personas. En los países de ingresos bajos o medios, las personas con problemas de salud mental, neurológicos o con problemas de adicción están desatendidos y no reciben tratamiento alguno.
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Y si esto ya era un problema antes del COVID-19, ahora ha empeorado la situación, ya que la pandemia ha afectado los servicios de salud en general, se han suspendido citas y tratamientos.
Los líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han enseñado acerca de la importancia de la salud mental. El élder Jeffrey R. Holland del Cuórum de los Doce Apóstoles enfatizó el hecho de que las enfermedades mentales y los trastornos emocionales “son algunas de las realidades de la vida mortal y el reconocerlas no debería avergonzarnos, sino que tendría que ser como cuando reconocemos que tenemos que lidiar con presión arterial alta o con la repentina aparición de un tumor maligno”. Finalmente, aconsejó buscar el consejo de personas certificadas y con buena reputación, aptitud profesional y de buenos valores.