En el marco de una colaboración estratégica con el Ministerio de Salud de la provincia de Catamarca, en Argentina, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realizó una importante donación de tres torres de video laparoscopía destinadas a hospitales del interior de Catamarca: Santa María, Tinogasta y Belén. Estos equipos ya se encuentran en funcionamiento y están permitiendo realizar cirugías menos invasivas, más rápidas y con una recuperación más breve para los pacientes.
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Los hospitales beneficiados —Dr. Luis Vargas (Santa María), San Juan Bautista (Tinogasta) y Dr. Segundo Enrique Muñiz (Belén)— brindan atención a comunidades alejadas de la capital provincial. La llegada de este equipamiento representa una mejora histórica en la capacidad quirúrgica del sistema de salud pública en zonas rurales, al evitar traslados de 6 a 8 horas hacia la capital para intervenciones quirúrgicas, disminuyendo así costos, riesgos y tiempos de recuperación.
La ceremonia de firma del acta de entrega se llevó a cabo en el edificio de la Iglesia en San Fernando del Valle de Catamarca y fue presidida por autoridades provinciales y representantes de la Iglesia. Participaron:
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Dra. Johana Carrizo, ministra de Salud de Catamarca
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Dra. Paola Fedeli, presidenta de la Cámara de Diputados de la provincia
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Intendentes de los tres departamentos beneficiados
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Directores de los hospitales receptores
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Representantes del Ministerio de Salud y funcionarios locales
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Elder David E. Mouhsen, Setenta de Área de la Iglesia
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Marcos Iván Camargo, presidente local de la Iglesia
La ministra Dra. Johana Carrizo expresó que esta colaboración permitió concretar un proyecto largamente anhelado por el sistema sanitario provincial:
“En Catamarca, tenemos una geografía muy difícil. Estas torres laparoscópicas beneficiarán a la gente de estos tres departamentos. Asi que, agradecemos a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”.
Desde la Iglesia, la directora de Comunicación Mónica Ovejero remarcó:
“Estos proyectos tienen un solo objetivo: beneficiar a nuestro prójimo. Saber que hoy hay personas que pudieron operarse cerca de su hogar y regresar con sus familias es algo que nos llena de alegría”.
El encuentro concluyó con un recorrido por las instalaciones y una recepción ofrecida por los anfitriones. Esta acción solidaria reafirma el compromiso de la Iglesia de colaborar con instituciones públicas para promover el acceso equitativo a la salud, especialmente en sectores más vulnerables.