Según la Organización Mundial de la Salud, la asfixia al nacer, -que ocurre cuando un bebé no comienza a respirar después del nacimiento-, es una de las principales causas de muerte en los recién nacidos y representa 900,000 decesos en todo el mundo cada año.
Una donación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene como objetivo disminuir el número de incidentes de asfixia al nacer en los estados de Chiapas y Guerrero.
El proyecto incluyó la donación de equipos y entrenamiento para médicos y enfermeras sobre reanimación de recién nacidos. También incluyó capacitación relacionada con el cuidado de las madres después de dar a luz.
El destacado pediatra, Frank Bentley y su esposa, Jean, vinieron de los Estados Unidos para llevar a cabo el entrenamiento. Los Bentley han viajado por todo el mundo durante las últimas dos décadas capacitando a médicos y parteras sobre reanimación de recién nacidos y cuidado de nuevas madres.
El Dr. José Manuel Cruz Castellanos, secretario de Salud y director general del Instituto de Salud del Estado de Chiapas; y la Dra. Leticia Jarquin Estrada, directora de Salud Pública del Estado de Chiapas, asistieron al evento protocolario celebrado recientemente para formalizar esta donación.
La Dra. Jarquin reconoció la presencia de los médicos y enfermeras que estaban recibiendo el entrenamiento y dijo: “Estamos agradecidos por esta donación que servirá para salvar a muchas vidas.”
Por su parte el Dr. Bentley agradeció “por el apoyo y la ayuda de todos los participantes e instructores con quienes hemos trabajado desde marzo para tener estos cursos listos".
Se estima que, en el primer año, esta capacitación y el equipo donado, potencialmente podrían ayudar a salvar 300 vidas. El Dr. Cruz expresó su agradecimiento por la donación. Señaló que la capacitación se llevó a cabo durante el mes de los médicos y dijo que no podía pensar en una mejor manera de celebrar ese mes.