Elia Leyva Cruz se enfrenta a un desafío nuevo, pero no desconocido en su vida. A una semana de que su hija Karla falleciera a causa de leucemia, y casi dos años de que su esposo Paulino perdiera la vida también, con admirable fortaleza reflexiona sobre lo que ahora está viviendo.
“Es muy difícil pasar por algo así, es como si te arrancaran lo más hermoso que tienes en la vida. Pero al mismo tiempo estoy tranquila porque estoy segura de dónde está mi hija, ella está con su padre que tanto ama, y con su hermano que se fue cuando era un bebé. Ellos han cumplido su propósito en esta vida”.
En el libro de mormón se explica que las personas que parten de esta vida regresan a la presencia de Dios. “Ahora bien, respecto al estado del alma entre la muerte y la resurrección, he aquí, un ángel me ha hecho saber que los espíritus de todos los hombres, sean buenos o malos, son llevados de regreso a ese Dios que les dio la vida” (Alma 40:11).
Incluso, el presidente De la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Russell M. Nelson, dijo que generalmente pensamos en la muerte como algo trágico, pero que es parte de la vida. “Regresar con Dios mediante el portal de la muerte es una dicha para aquellos que lo aman”.
Helamán Montejo, setenta de área, autoridad eclesiástica en México, hace hincapié en que es necesario recordar que el amor es el sentimiento más puro que existe, y que Dios es quien constantemente nos muestra su amor. Además dice que Dios le ha dado a sus hijos esa capacidad de amar a otros de una forma tan trascendente que no conoce el tiempo ni el espacio.
“Nuestros corazones no olvidan a las personas que amamos. Por supuesto que es difícil perder a un ser querido, pero nuestro Padre Celestial nos ha dado la capacidad de entrelazar nuestros corazones con los de aquellos de las personas que amamos. Y en estas fechas donde el amor está en todas partes, creo que la mejor forma de recordar a las personas que han fallecido, es recordar que gracias al amor de Dios podemos desarrollar ese sentimiento tan puro que trasciende el espacio y trasciende vidas”.
El Élder Montejo también hace hincapié en que Nuestro Padre Celestial nos conoce y sabe por lo que sus hijos están pasando, incluso en momentos tan difíciles como lo es el perder a algún familiar. Además, menciona que es importante recordar que Dios ama tanto a sus hijos que dio a su hijo unigénito para que alcancen la vida eterna como dice en Juan 3:16.
“Es importante que recordemos a nuestros familiares que han fallecido, pero que lo hagamos pensando en el fino hilo de amor que entrelaza nuestros corazones y nos une con el Salvador en la esperanza de volver a estar juntos como familia”, expresó el Élder Montejo.
El presidente de la estaca Tehuacán en Puebla, México, Tomás Pazos, también perdió a un familiar desde que empezó la pandemia durante el año 2020. Dice que el que su padre haya fallecido fue un acontecimiento mucho más difícil de lo que pudo haberse imaginado, a pesar de tener el conocimiento del evangelio durante toda su vida.
“Nunca me di cuenta que nunca había sentido dolor en mi vida, no sabía lo que era ese sentimiento. Lo escuchaba y creo que alguna vez enseñé al respecto, pero la realidad de las cosas es que no tenía la más mínima idea de lo que es sentir dolor, hasta que perdí a mi padre, realmente fue mi mejor amigo”, dijo el Presidente Pazos. A pesar de ese dolor tan grande, el Presidente Pazos también recuerda con esperanza las palabras que mencionó el Presidente Nelson de que “la obra se está llevando a cabo apresuradamente aquí y del otro lado del velo”. Dice que supo que la misión de su padre había terminado en la tierra, y que no lo había perdido en realidad. “Mi padre pudo ver a sus familiares que estaban esperándolo, él sabía que tenía que partir, estoy seguro que aceptó el llamamiento que se le ofreció del otro lado del velo. Mi padre murió con mucha paz en su rostro”.
El Élder Montejo menciona que a pesar de que una persona nunca está preparada para la muerte de un familiar, y aún cuando el conocimiento del evangelio puede traer consuelo y esperanza, recordar el infinito amor de Nuestro Padre Celestial es primordial para salir adelante ante los momentos más difíciles de nuestras vidas.
“Deben recordar que son hijos de Dios, que Él les conoce. Conoce cuál es su situación y sus congojas. Recuerden que la muestra más grande de amor que Dios tiene para sus hijos está en el ejemplo de Jesucristo y su expiación. A veces, cuando hay un momento crudo, el decir que las familias son eternas, o decir que tenemos la esperanza de volver a ver a nuestros familiares, esas palabras pueden resultar un poco huecas. Pero si nos aferramos a los convenios que hemos hecho con el Señor y a sus promesas, paulatinamente tendremos la confianza de una esperanza real, que ahorita no es tangible por el dolor, pero que es evidente por el amor de Dios”, expresó el Élder Montejo.
La hermana Elia, con ojos cristalinos aún pero un semblante tranquilo dice que lo que la ha ayudado a seguir adelante ha sido precisamente ese conocimiento del evangelio de Jesucristo. “Tanto mi esposo como mis hijos que han partido están bien, estoy segura de que están bien y de que hay un plan para nosotros. Aunque sea difícil verlos partir, ellos están en un lugar mejor y también sé que como el amor del Salvador, nuestro amor va más allá de esta vida”.