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Gabriel W. Reid, segundo consejero de la presidencia general de la Escuela Dominical, acompañado de su esposa, Heather Reid.© 2025 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.Área del Caribe, mayo de 2025 — Durante el mes de mayo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el Área del Caribe recibió la visita de tres autoridades generales, quienes llevaron a cabo una serie de actividades centradas en el fortalecimiento espiritual de los jóvenes y las familias de la región.
Los visitantes incluyeron a Chad H. Webb, administrador de Seminarios e Institutos; Michael T. Nelson, segundo consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes; y Gabriel Walter Reid, segundo consejero de la Presidencia General de la Escuela Dominical. Su recorrido abarcó cuatro países: República Dominicana, Puerto Rico, Jamaica y Guyana.
Durante su visita, los líderes expresaron su profundo amor por las personas del Caribe, destacando el gozo que se encuentra en el servicio al prójimo. Entre las actividades realizadas se incluyeron devocionales especiales para jóvenes y estudiantes de seminario, capacitaciones para líderes y maestros de la juventud, y sesiones centradas en enseñar a la manera del Salvador. Cientos de jóvenes y líderes participaron de estas reuniones tanto de manera presencial como a través de las plataformas digitales.
Uno de los momentos más significativos fue la participación de Gabriel y Heather Reid en reuniones con familias en República Dominicana y Jamaica. Acompañados por el élder y la hermana Cordón, así como por el élder y la hermana Jean Baptiste, los Reid dirigieron encuentros íntimos donde se invitó a las familias a estudiar juntos el manual “Ven, Sígueme”.
Estas reuniones ofrecieron un espacio para que cada miembro de la familia compartiera sus sentimientos, lecciones aprendidas y testimonios. Se leyeron escrituras, se sintió la influencia del Espíritu Santo y se promovió un diálogo abierto mediante preguntas y respuestas.
La visita de estas autoridades generales dejó una huella espiritual significativa en los miembros del Caribe, reforzando el compromiso de la Iglesia con el crecimiento espiritual de sus jóvenes y el fortalecimiento de las familias en la región.