Nota de prensa

El cimiento de la felicidad perdurable

No es el dinero ni la fama lo que hace que la gente sea feliz a lo largo de la vida, sino las relaciones estrechas

El tema de la felicidad ha sido estudiado por muchos años. Todos queremos saber cómo ser más felices y nos preguntamos si hay algún secreto que la ciencia pueda llegar a descubrir.

Recientemente, tras un estudio de 80 años en la Universidad Harvard, se llegó a una conclusión que no debiera sorprendernos: “No es el dinero ni la fama lo que hace que la gente sea feliz a lo largo de la vida, sino las relaciones estrechas”. El estudio halló que los lazos forjados con seres queridos “protegen a la gente contra las adversidades, aminoran el debilitamiento mental y físico, y contribuyen más a una vida feliz, que las posesiones, la inteligencia y hasta los genes”.

No es un secreto que las relaciones son importantes. Esta noción puede parecer obvia, pero resulta fácil olvidarla. La vida a veces nos separa; mientras que en otros casos son los ajetreos, los celos o las percibidas ofensas las cosas que interfieren con nuestras relaciones. Tal vez sintamos que se nos ha tratado injustamente, lo cual lleva al enojo y al resentimiento, y contribuye a dañar aún más las relaciones que sí promueven la felicidad.

 

Para empeorar las cosas, los medios sociales y la tecnología en general hacen que muchas relaciones sean más cibernéticas que reales. A través del filtro de los medios sociales vemos a la gente en forma parcial, y quizá nos preguntemos por qué nuestra vida no es tan exitosa o feliz como parece ser la de todos los demás, y eso nos hace sentirnos ansiosos e infelices.

¿Cómo podemos despojarnos de los sentimientos negativos que se arraigan en el corazón, o valorar y nutrir las relaciones que nos hacen en verdad felices?

Quizá debamos descansar un poco de los medios sociales y reconectarnos con los seres queridos que nos rodean. Tal vez tengamos que recordar que lo que vemos en los demás no siempre nos pinta un cuadro completo. Posiblemente tengamos que perdonar y pedir perdón, y debamos centrarnos menos en lo que no tenemos y más en las bendiciones que colman nuestra vida diaria.

El dinero, la fama y el estatus social, así como vienen se van, y nunca llegan a dar solidez a la vida. Mejor es que la edifiquemos sobre la base de relaciones amorosas, las cuales serán el cimiento de la felicidad perdurable.

Fuente: Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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