El Coro del Tabernáculo ofrece su primer concierto en Argentina

El Coro del Tabernáculo y la Orquesta de la Manzana del Templo ofrecieron por primera vez un concierto en Argentina el martes 19 de agosto en el prestigioso Palacio Libertad, ante más de 1200 asistentes, entre líderes religiosos, funcionarios gubernamentales, periodistas, entre otros.

La visita del Coro, que llegó a Buenos Aires el 17 de agosto como parte de su gira mundial Canciones de Esperanza, coincide con la celebración del 100° aniversario de la predicación del evangelio de Jesucristo en Sudamérica. El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, Mary, acompañan al Coro en esta histórica visita.

“Estamos aquí para celebrar el crecimiento de la Iglesia, y sabemos que ese crecimiento continuará en los próximos años. Y, más que nada, tenemos la oportunidad de compartir nuestro testimonio de Jesucristo”, expresó Kristi Burgess, miembro del Coro.

Un debut con raíces argentinas

En este primer concierto, el Coro invitó al reconocido cantante de tango Raúl Lavié, quien interpretó junto a los 300 coristas canciones tradicionales argentinas que emocionaron al público.

“Con la participación del gran Raúl interpretando canciones de nuestra propia cultura, fue algo realmente espectacular. Todavía me emociona y me cuesta encontrar las palabras. Fue algo de otra naturaleza, sencillamente increíble”, expresó Richard Crespo, asistente al concierto.

“Fue profundamente conmovedor”, expresó Crespo. “Se sintió como si hubiera dos pilares: uno que sostiene toda la estructura y perfección del trabajo del Coro, y otro, algo espiritual que es difícil de describir. Pero en ese momento, cuando el Coro canaliza toda esa energía, se genera una experiencia espiritual realmente tocante”.

El repertorio incluyó himnos de alabanza como Three Hallelujahs, clásicos estadounidenses como My God Is So High y What a Wonderful World, canciones argentinas como Golondrinas y El hombre de La Mancha, y piezas de esperanza como El Espíritu de Dios y Creo en Cristo.

“Honestamente, después de escuchar estos himnos, uno sale del teatro con el espíritu transformado”, agregó Guillermé, otro de los asistentes.

Para muchos miembros de la Iglesia en Argentina, la visita significó un sueño cumplido. Brenda Scazzina, quien fue a recibir al Coro al aeropuerto y asistió al concierto, expresó: “Sentí que el corazón me latía todo el tiempo. Me trajeron paz, alegría, esperanza y amor. Y, por, sobre todo, un deseo de seguir a Jesucristo”.