El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje para concientizar a la población sobre la importancia de tratar los residuos como corresponden para proteger el medio ambiente.
Se trata de reducir el volumen de los residuos generados y minimizar nuestra huella de carbono. Se puede resumir en la regla de las tres erres:
Reducir
Cuando hagamos la compra, intentar adquirir productos a granel, que tengan el mínimo envasado posible. A ser posible ninguno. Usa bolsas de tela.
Reutilizar
Dar una nueva vida a las cosas que ya no nos sirven. Antes de tirarlas a la basura, piensa que te pueden servir para otra cosa: botellas, bolsas y cajas de cartón pueden tener varios usos y servir como maceteros, para decoración, construir cosas, etc.
Reciclar
La mayoría de materiales que utilizamos pueden reciclarse. Esto depende de las instituciones y de nosotros mismos. Por ejemplo, el reciclaje de 1.000 kg de papel salva la vida de 17 árboles.
Oficialmente, fue la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), quien establece el Día Mundial del Reciclaje en el 2005, con el fin de promover una mayor responsabilidad, no solo vista desde la perspectiva del ciudadano consumidor, sino de aquel que extrae la materia prima y del que la transforma en un bien de consumo.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con su programa "Manos que Ayudan" participa regularmente en actividades de servicio como "Limpieza de Costas y Riberas" en las cuales se recogen gran cantidad de materiales desechados que una vez clasificados son reciclados.