El élder Uchtdorf ofrece apoyo y reflexiona en cuanto a su viaje a Suiza, Alemania y la República Checa

“El Señor es muy bueno con nosotros. Él nos guía en nuestro camino, si lo permitimos”, concluyó el élder Dieter F. Uchtdorf al reflexionar sobre sus viajes a Europa en mayo y junio de 2024.

El Apóstol de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días alentó a las audiencias de Suiza, Alemania y la República Checa a poner su confianza en Jesucristo.

Este año se cumplen varios aniversarios en la vida del élder Uchtdorf y su esposa, Harriet. Su servicio como Autoridad General de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días comenzó hace treinta años. Hace veinte años fue llamado al Cuórum de los Doce Apóstoles. Al igual que los apóstoles Pablo, Pedro, Santiago y Juan velaban por la Iglesia y testificaban de Jesucristo en la época del Nuevo Testamento, los apóstoles son los portavoces más eminentes de la Iglesia restaurada de Jesucristo en la actualidad.

Harriet Uchtdorf fue bautizada miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hace setenta años; el élder Uchtdorf fue bautizado cinco años antes.

Mientras viajaban juntos por Europa, no eran las cámaras ni los titulares lo que tenían en mente, sino momentos para recordar la gracia de Dios, reunirse con amigos y tender la mano a quienes estaban desanimados o anhelaban guía.

“No teman. Confíen en el Padre Celestial; Él tiene algo para que ustedes hagan”, dijo el élder Uchtdorf como resumen del mensaje principal que dio a los creyentes y amigos en tres países europeos. Él dijo que la mano del Señor se puede ver en las cosas pequeñas.

Mientras asistía a una conferencia de estaca en Dresde, un coro interpretó el himno “Paz, cálmense”. Cuando terminaron de cantar, afuera hubo truenos y relámpagos. Si bien es posible que Dios no haya enviado esos fenómenos naturales en ese preciso momento, el élder Uchtdorf explicó que depende de las personas permitir que las cosas que las rodean las impulsen a conectarse con lo divino.

Los viajes de los Uchtdorf comenzaron el fin de semana de Pentecostés en Zúrich, haciendo eco de la importancia de escuchar con atención al Espíritu Santo.

Los voluntarios que sirven como misioneros de tiempo completo se reunieron en centros de reuniones y otros lugares en Zúrich, Hamburgo, Fráncfort del Meno y Ostrava para aprender del élder Uchtdorf, quien los exhortó a estar dispuestos a ser guiados por el Espíritu Santo y a invitar a otras personas a venir a la Iglesia.

La reunión con los misioneros en Ostrava, en la actual República Checa, trajo al élder Uchtdorf recuerdos de su niñez, ya que allí nació. Dijo que los misioneros que sirven allí y en otras partes de Europa bendicen a los demás con su resplandor y entusiasmo.

En el camino de Berlín a Ostrava, los Uchtdorf condujeron a través de Polonia y visitaron el Museo Conmemorativo de Auschwitz-Birkenau, el antiguo campo de concentración y exterminio. Con respecto a su aleccionadora experiencia, el élder Uchtdorf hizo hincapié en lo importante que era aprender de la historia y no repetir previos errores.

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El élder Uchtdorf también habló en los servicios de la Iglesia en Bonstetten y Zwickau. Fue en Zwickau, en el estado alemán de Sajonia, donde su familia conoció la Iglesia y el Evangelio restaurado de Jesucristo.

A lo largo de su gira de ministración, las congregaciones locales habían organizado proyectos de servicio para poner en práctica la fe. Mientras estaba en Zúrich, el élder Uchtdorf se reunió con un concejal para entregar un vale simbólico equivalente a 1000 horas de trabajo voluntario a realizar por la congregación local. También visitó la organización benéfica católica “Incontro” para anunciar la donación de trescientos estuches de higiene con el objetivo de beneficiar a los necesitados.