Nota de prensa

El espíritu pionero fortalece la fe y esperanza ante los desafíos actuales

El espíritu pionero, ya sea en 1847 o en 2025, sigue vivo como fuente de esperanza, consuelo y fe frente a la adversidad, recordando que el legado pionero continúa inspirando hoy

El espíritu de un pionero es fuerza, fe y esperanza. A través de este espíritu y sacrificio, los pioneros abrieron caminos, construyeron puentes y colonizaron valles. Sin embargo, el espíritu pionero no se limita a un tiempo, lugar o pueblo; más bien, es una forma de pensar y vivir.
(Frase atribuida a David McCullough y sus escritos sobre pioneros).

Muchos están familiarizados con los pioneros Santos de los Últimos Días y su viaje hacia el oeste para escapar de la persecución religiosa. Hasta 1,900 murieron debido a las dificultades del trayecto a Utah, pero los pioneros siguieron adelante (véase "Muerte en el viaje: Un estudio de la mortalidad de los pioneros mormones", por Sierra Naumu, news.byu.edu). Ese mismo espíritu pionero aún es un faro de esperanza para cada uno de nosotros ante los desafíos actuales.

Hace poco, una amiga compartió su gratitud por aquellos primeros pioneros y explicó cómo sus historias le brindaron paz y fortaleza durante una prueba personal. Había esperado con ilusión el nacimiento de una nueva nieta. Sin embargo, la noche anterior al parto ocurrió una tragedia.

La madre fue trasladada de urgencia al hospital, donde dio a luz. Pero debido a los graves problemas médicos que enfrentaban ella y su bebé, fueron internadas en diferentes unidades hospitalarias. Mientras la madre se recuperaba, los médicos luchaban por salvar la vida del bebé, aunque la muerte parecía inminente.

La abuela pasó días cuidando a la bebé con el corazón afligido. Entonces, por la radio, escuchó el himno pionero "Venid, venid,santos", interpretado por el Coro del Tabernáculo. Las palabras “Aunque este viaje te parezca difícil, la gracia será como tu día” la conmovieron profundamente. Se dio cuenta de que estaba sintiendo lo mismo que muchas familias pioneras habían vivido siglos atrás.

El himno continuó: “¿Por qué deberíamos llorar o pensar que nuestra suerte es difícil? No es así, todo está bien”. Las lágrimas corrían por sus mejillas mientras escuchaba: “¡Y si morimos antes de que termine nuestro viaje, feliz día! ¡Todo está bien!”. Una sensación de paz la envolvió.

Al día siguiente, sosteniendo a la recién nacida por última vez, susurró: “Te amo”. La pequeña mano de la bebé, aferrando su dedo, le dio un último apretón. Esta abuela valiente, llena de espíritu pionero, dijo: “Sabía que estaba bajo el cuidado amoroso del Salvador y que todo estaría bien”.

El espíritu pionero, ya sea en 1847 o en 2025, sigue vivo. Cada uno de nosotros puede ser bendecido si decide ser pionero en su propia jornada, avanzando con fe, incluso ante pruebas e incertidumbres. Como proclama aquel himno pionero, también podemos “ceñir nuestros lomos, tomar nuevo valor y saber que nuestro Dios nunca nos abandonará” (véase "Venid, venid, santos, " "Himnos", No. 30).

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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