Por casi 40 años, un padre trabajó en una planta acerera para proveer para su familia. Sus labores eran arduas y se extendían por largas horas. Quizá en algún momento él deseó haber elegido otro tipo de trabajo o tener mejores opciones, pero también experimentó un profundo sentido del deber y gran responsabilidad. Así que todas las mañanas se levantaba, se preparaba e iba a trabajar con una buena actitud.
Ese hombre representa a incontables otros padres que trabajan duro para mantener a sus seres queridos día tras día, a fin de ofrecerles lo mejor.
Aunque es mucha la dicha que produce la paternidad, a todo padre se le requieren sacrificios que preferiría no tener que hacer. Desde reparaciones en la casa, hasta reparar corazones; desde tareas en el jardín, hasta tareas de la escuela, ellos sencillamente hacen lo que debe ser hecho. Ponen a un lado sus anhelos personales y hallan satisfacción en ser una bendición para los suyos.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Así que, en vez de disfrutar una noche tranquila en casa, apoyan a sus niños en eventos deportivos y culturales. En lugar de ver un programa favorito en la televisión, salen a jugar con sus hijos o los ayudan con las tareas de la escuela. En vez de leer el periódico, se sientan con uno de sus niños a leer un libro o a estudiar una materia.
En esta época en que se nos insta a “encontrar nuestra pasión” y a “ser individualistas”, bien valdría la pena recordar a esos padres que dedican sus días a hacer cosas que tal vez no disfruten demasiado, pero que las hacen debido al amor por su familia, por su sentido del deber y su lealtad.
Ser un buen padre nunca ha resultado una tarea fácil. Aunque casi todos ellos tratan de hacer las cosas bien, a veces cometen errores, pero eso no les detiene, sino que siguen adelante forjando vínculos de amor. Al hacerlo, a fin de cuentas, encuentran su pasión, pero no la hallan en el individualismo. Se vuelven apasionados del servicio que prestan a quienes dependen de ellos, lo cual se transforma en su mayor legado.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)