El Libro de Mormón: la piedra angular 

El Libro de Mormón es la “piedra angular” de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La Biblia y el Libro de Mormón se usan uno al lado del otro en su predicación y estudio personal. Los miembros de la Iglesia consideran que el Libro de Mormón es un registro de las grandes civilizaciones antiguas americanas y es un segundo testigo de Jesucristo. Los líderes de la Iglesia animan a los miembros de la iglesia a leerlo y estudiarlo continuamente.

Los misioneros de la Misión Guatemala Ciudad de Guatemala Este aceptaron el desafío del presidente de la misión, el presidente David J. Crapo, de leer el Libro de Mormón antes de la Navidad como un regalo para el Salvador este año. Se cumplió con gran éxito ya que casi todos los misioneros completaron la meta, incluso unos cuantos recién llegados a la misión.

Para comenzar el desafío, los misioneros firmaron un gran cartel que decía: “Yo Leeré El Libro de Mormón antes de la Navidad”. En el mismo cartel había una cita del presidente Ezra Taft Benson que decía que “El Libro de Mormón cambiará su vida”.

Muchos de los misioneros también invitaron a miembros de la Iglesia e investigadores de las congregaciones donde sirven a leer el Libro de Mormón antes de Navidad. Varias de esas congregaciones hicieron carteles similares para que sus miembros los firmaran, y otros pasaron tablas de lectura o marcadores de libros con cuadros de lectura impresos. Muchos misioneros, miembros e investigadores compartieron sus testimonios durante estas semanas declarando que el Libro de Mormón verdaderamente había cambiado sus vidas para mejor.

Otros miembros de la congregación de Esquipulas del Departamento de Chiquimula que aceptaron el desafío de lectura completaron su compromiso de leer el Libro de Mormón antes de Navidad y se sienten bendecidos por su logro.

Una pareja de misioneros mayores en otra congregación, después de completar el reto de lectura, declaró: “Nos dimos cuenta de que el hacer de la lectura una prioridad cada día en lugar de simplemente leerlo si había tiempo, hizo una gran diferencia. La lectura era fácil de lograr y se convirtió en un tiempo que esperábamos cada día mientras leíamos juntos. También nos dimos cuenta de que es una prioridad que queremos continuar en el nuevo año”.