Nota de prensa

El origen del nombre de la Iglesia de Jesucristo

Se dio a conocer al profeta José Smith el 26 de abril de 1838. Dicha revelación se encuentra en la sección 115 de Doctrina y Convenios.

Para conocer el origen del nombre oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, debemos rememorar cuando los Santos de los Últimos Días se establecieron en Far West, Misuri. Fue el 26 de abril de 1838 donde el profeta José Smith recibe una revelación que integra dos títulos que anteriormente estuvo empleando la Iglesia para identificarse:

“Porque así se llamará mi iglesia en los postreros días, a saber, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, esta cita pertenece al versículo 4 de la sección 115 de Doctrina y Convenios, uno de los libros canónicos de la Iglesia.

Cabe destaca que ese nombre ha sido el nombre oficial de la Iglesia hasta el día de hoy. ¿pero cuáles fueron los anteriores títulos?

La Iglesia de Cristo (1829–1834)

Incluso antes de que se organizara la Iglesia, Oliver Cowdery siguió el precedente que sienta el Libro de Mormón al proponer “la Iglesia de Cristo” como nombre para la Iglesia. El día en que se organizó la Iglesia, José Smith fue llamado por revelación como “élder de esta Iglesia de Cristo”. De allí en adelante, las primeras revelaciones se refirieron a la Iglesia en repetidas ocasiones como “la Iglesia de Cristo” y a sus miembros como “santos”.

La Iglesia de los Santos de los Últimos Días (1834–1838)

La Iglesia restaurada de Cristo no era la única organización de creyentes cristianos conocida por el nombre de “la Iglesia de Cristo”. Algunas iglesias congregacionales de Nueva Inglaterra se autodenominaban con ese nombre, y quienes profesaban ser cristianos en ocasiones se referían a sí mismos de modo colectivo como la iglesia de Cristo. A fin de ayudar a los santos a distinguirse de otros cristianos, los élderes, en una conferencia en Kirtland, Ohio, votaron el 3 de mayo de 1834 a favor de que se cambiara el nombre de la Iglesia a “La Iglesia de los Santos de los Últimos Días”. Además de aportar claridad, el nuevo nombre también distanciaba a la Iglesia de los términos “mormones” y “mormonitas” que utilizaban los opositores de la Iglesia.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Aunque el nombre en sí continuó después de 1838, diversas variantes circularon en publicaciones, membretes, documentos legales y foros públicos hasta bien entrado el siglo XX.

Durante gran parte de ese tiempo, la ortografía del idioma inglés era irregular, incluso entre instituciones literarias tales como periódicos y empresas editoriales. Después de la muerte de José Smith, varios grupos disidentes se adjudicaron para sí la frase “Santos de los Últimos Días” y algunas iglesias mantuvieron el nombre de la Iglesia revelado en 1838.

La convención británica de escribir guion y utilizar la d minúscula en “Latter-day Saints” [Santos de los Últimos Días] era la que aparecía con más frecuencia en los materiales que producía la Iglesia con sede en Utah, y ya era bastante común en 1851, aunque no se estandarizó oficialmente hasta un siglo más tarde1.

Por asignación de la Primera Presidencia, en 1921 James E. Talmage preparó una nueva edición de Doctrina y Convenios, y al transcribir el nombre en la sección 115, Talmage puso “The” [La] con mayúscula en medio del versículo, apartándose de la forma que aparecía en los tomos de la Historia de la Iglesia que utilizó como texto fuente.

En 1957, durante una reunión de finanzas, J. Reuben Clark Jr., Segundo Consejero de la Primera Presidencia, indagó en cuanto a la forma legal del nombre, y la respuesta que recibió fue que otros líderes asumían que la edición de Doctrina y Convenios de 1921 establecía la norma.

Entre 1966 y 1967, un comité compuesto por editores de todos los departamentos y las publicaciones de la Iglesia elaboró una guía de estilo que aseguraba la misma forma de “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” en todos los materiales en los que la Iglesia fuera identificada. Las comunicaciones internas y las guías de estilo basadas en ese manual original mantuvieron esa forma desde entonces.

Para comienzos del siglo XX, muchos Santos de los Últimos Días se autodenominaban con los términos “mormón” y “SUD”. Posteriormente, se popularizaron las frases “Iglesia mormona” e “Iglesia SUD” y tanto los líderes como los miembros y quienes no eran miembros las utilizaban con frecuencia.

En las décadas de 1960 y 1970, los líderes de la Iglesia comenzaron a recalcar que se usara el nombre revelado de la Iglesia o el título breve “Iglesia de Jesucristo” en vez de esos otros apodos.

En 2001, la Primera Presidencia reiteró la importancia de utilizar el nombre revelado de la Iglesia como parte de “la responsabilidad que tenemos de proclamar el nombre del Salvador por todo el mundo”.

En 2018, el presidente Russell M. Nelson hizo una revisión del uso y la forma del nombre en todas las organizaciones y los departamentos de la Iglesia, e invitó a los Santos de los Últimos Días y al público en general a recordar el nombre correcto al referirse a la Iglesia y a sus miembros.

Nota sobre la Guía de Estilo:Al publicar noticias o reportajes sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenga a bien utilizar el nombre completo de la Iglesia la primera vez que la mencione. Para más información sobre el uso del nombre de la Iglesia, visite nuestraGuía de estilo.