Nota de prensa

El regalo de la música

La historia de Horatio Spafford, quien escribió 'Esta bien con mi alma', explora 'el regalo de Dios de la música'

La música es un regalo del cielo. Puede traer paz a nuestro corazón, elevar nuestro espíritu y darnos valor (véase el "Prefacio de la Primera Presidencia" en "Himnos"). El sacerdote alemán Martín Lutero dijo una vez: "La música hermosa es el arte de los profetas que puede calmar las agitaciones del alma; es uno de los regalos más magníficos y deliciosos que Dios nos ha dado".

La música hermosa es realmente un regalo de Dios. Y para cada canción inspiradora, también hay una historia de fondo, una historia que comienza con una experiencia o emoción antes de convertirse en una canción. El don de Dios de la música a menudo comienza bendiciendo a su escritor y luego se transforma en una bendición para todos los que escuchan su sonido.

Pensemos en Horatio Spafford, que se enfrentó a inmensas pruebas personales. Sus inversiones financieras se arruinaron en el Gran Incendio de Chicago de 1871. Poco tiempo después, su esposa, Anna, y sus cuatro hijas pequeñas zarparon hacia Europa, y Horatio planeaba reunirse con ellas pronto. Pero la tragedia ocurrió cuando el barco en el que estaban Anna y sus hijas fue golpeado por otra embarcación. En 12 minutos, el barco se hundió. Aunque Anna sobrevivió, sus cuatro hijas se perdieron en el mar.

Al enterarse de la noticia, Horacio zarpó inmediatamente para reunirse con su esposa. Varios días después de su viaje, pasó por el lugar donde había ocurrido el naufragio. A pesar de su profunda tristeza, encontró paz y determinación en su corazón y, inspirado por él, escribió la letra de lo que se convertiría en el famoso himno "Esta bien con mi alma" (véase spaffordhymn.com y hymnologyarchive.com). Al pasar sobre la tumba acuosa de sus cuatro hijas, escribió estas palabras:

Cuando la paz, como un río, acompaña mi camino,
cuando las penas como las olas del mar ruedan,
cualquiera que sea mi suerte, me has enseñado a decir:
"Está bien, está bien con mi alma".

(Véase la primera estrofa de "Está bien con mi alma", "Himnos: Para el hogar y la Iglesia", nro. 1003.)

Estas palabras llegaron a Horacio en un momento de desesperada necesidad. Lo animaron cuando sintió que iba a colapsar de dolor. Ahora, más de 150 años después, este don celestial de la música está impreso en cientos de himnarios en todo el mundo, y sus palabras continúan elevando y bendiciendo la vida de innumerables personas.

Dios es el dador de todo lo que es bueno (véase Santiago 1:17). Y uno de sus muchos buenos dones es el don de la música.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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